La adoración de los reyes magos, del pintor del barroco Peter Paul Rubens (1577-1640), es considerada una de sus obras maestras. Fue pintada en 1609. Mide 3.55 metros x 4.93 metros. Se conserva en el Museo del Prado, España. En la franja derecha Rubens incluyó su autorretrato. Se representó montado a caballo, con espada y cadena de oro, lo cual refleja la condición nobiliaria que le había concedido en 1624 Felipe IV.
De ellos se dice que llegaron con el Niño Jesús para entregarle oro, incienso y mirra. Mateo, el evangelista, no menciona la cantidad, ni que fueran reyes, solo escribe magos.
En esta edición se incluyen obras de artistas que representaron este encuentro bíblico.