Salud y Familia

¿Cómo hablar sobre erotismo?

La comunicación en la pareja es indispensable cuando se tratan temas de sexualidad.

Cuando la imaginación se torna erótica, puede transportar al individuo a situaciones nuevas que le proporcionan placer intenso. Es así como surgen las fantasías sexuales, definidas como representaciones en la mente de deseos inconscientes o conscientes que no siempre se cumplen.

“Las fantasías se desarrollan en la mente, pero cuando se unen a la conciencia corporal está demostrado que pueden lograr una plena satisfacción sexual en la pareja”, explicó ayer Margarito Castro, ginecólogo y psicosexólogo, durante El Consultorio, que se transmite por www.prensalibre.com.

A criterio del experto, las fantasías sexuales son naturales, e incluso se recomienda imaginarlas en pareja. Estas acompañan al ser humano desde temprana edad y en las distintas fases de su vida, progresan y se adaptan a las circunstancias que rodean al individuo.

Si una pareja está pensando sumergirse en las fantasías sexuales y poner en práctica algunas de las situaciones que desearía experimentar, con el fin de cambiar la monotonía e intensificar la plenitud sexual, es indispensable la comunicación abierta y el respeto mutuo.

“Las dos personas tienen que llegar a consensos, plantear lo que les gusta y qué posibilidades hay de que estas fantasías se concreten. Cuando aprendan a comunicarse será más fácil llegar a un acuerdo que satisfaga a ambos. Este tipo de sexualidad no debe ser obligada y menos ejercer miedo sobre la pareja para que estos. Siempre se debe buscar la plenitud y tranquilidad de los dos”, enfatizó Castro.

Fantasías frecuentes

Un estudio efectuado por la Universidad de Granada comprobó que no existen grandes diferencias entre hombres y mujeres en el tema de fantasías sexuales.

Los resultados obtenidos indican que el cien por cien de hombres y mujeres experimentaron alguna fantasía sexual.

Sin embargo, sí existen diferencias en su contenido: las mujeres experimentan fantasías de tipo íntimo y romántico, y los hombres piensan en actividades exploratorias, relacionadas con sexo en grupo o búsqueda de nuevas sensaciones, como intercambio de parejas.

Las parafilias y fetichismo no siempre están relacionadas con las fantasías sexuales, porque estas últimas no deberían causar adicción.

Atención

  • Las fantasías dejan de ser sanas  cuando causan daño a  la pareja.
  • Deben establecerse  límites y evitar que se conviertan en una adicción.
  • No debe  ejercerse violencia física o psicológica para que se cumplan y ambos deben  estar de acuerdo al practicarlas.
  • Se sugiere  acudir con el profesional ante cualquier duda.

Consejos

  • Elegir el  momento oportuno  y  un  ambiente
  • cómodo. para plantear a la pareja sobre la fantasía sexual que se tiene.
  • Escuchar atentamente  y comprender qué piensa la pareja al respecto.
  • Cultivar la  empatía.
  • Mantener la  mente abierta y escuchar los pros y contras que pudieran darse.
  • Si existen  problemas de comunicación,  será necesario buscar la ayuda de un experto en relaciones de pareja.

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