Salud y Familia

El amaranto: una planta ancestral de gran poder nutritivo

También conocida como "bledo", esta especie herbácea de origen milenario tiene la facultad de combatir la desnutrición. Se caracteriza por proveer múltiples vitaminas, minerales, aminoácidos y proteínas.

El amaranto es una planta con presencia en gran parte de Mesoamérica. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

El amaranto es una planta con presencia en gran parte de Mesoamérica. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

Está presente en la historia culinaria desde hace miles de años, reluce flores de distintos colores, es resistente a la sequía, se pueden consumir tanto sus hojas como sus semillas, y, por si fuera poco, contiene más calcio que la leche.

Todas estas y muchas más características pueden atribuírsele al amaranto; planta nativa cuya domesticación se estima fue a partir del 6 mil antes de Cristo, y consumida inicialmemente por los habitantes de Mesoamérica alrededor del 7 mil antes de Cristo, según apunta una publicación realizada por la Universidad Mesoamericana de Guatemala.

El amaranto es un género herbáceo de la familia Amaranthaceae que se produce anualmente, y, cuya forma alargada es coronada con racimos de flores de distintas tonalidades, dependiendo del lugar en el que crezcan.

Edson Xiloj, ingeniero agrónomo y director del proyecto Senacri (Semillas Nativas y Criollas de Guatemala), explica que esta planta ha tenido gran importancia en el territorio nacional, ya que se trata de una especie nativa que era utilizada por los ancestros como alimento sagrado por su valor nutricional.

El agrónomo agrega que la planta es conocida en las distintas regiones del país, y por ello, cuenta con distintos nombres en los idiomas mayas, además de amaranto o bledo. Es llamada T’ez (en k’iche’), Chic-Ixtez (chalchiteka), Acilixtez (q’eqchi’), Ses (achi), Quiec tes (kaqchikel), Laj’Choch (mam) y Labtz’etz (xinca).

Xiloj comenta que, por tratarse de una planta nativa, esta se adapta a las distintas condiciones geográficas y climáticas del país. Por esta razón, durante el proceso de crecimiento, sus racimos floreados varían: los verdes aparecen en la costa sur; los rojos y anaranjados en las zonas altas y céntricas; y el púrpura en la mayoría de espacios.

Crecimiento

Dicha facilidad de desarrollo hace que el amaranto pueda cultivarse, incluso en huertos caseros. Xiloj explica que la semilla se adapta en cualquier tipo de suelo y puede plantarse desde los 100 metros sobre el nivel del mar, hasta los 3 mil.

De acuerdo con el manual de semillas de Senacri, para cultivar amaranto se debe hacer sobre tierra previamente abonada, con semillas posicionadas en distancias de 25 centímetros por 50.

Edson explica que además de ser una planta resistente a plagas y sequía, el cultivo de amaranto es rápido. Las semillas germinan entre 5 y 10 días, y son cosechadas en los siguiente 3 o 5 meses, dependiendo de la ubicación.

Las flores del amaranto suelen presentar distintos pigmentos, según la zona donde crecen. (Foto Prensa Libre: Cortesía Senacri)

En el país su producción se ha caracterizado en departamentos como Baja Verapaz, Quiché, Huehuetenango y Sololá.

El cultivo de amaranto también se presenta en otras partes de América Latina como México, Argentina y Perú. De igual manera, el amaranto es utilizado en el Caribe, América del Norte, África, Asia y Europa, según indica la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.

Múltiples beneficios

El amaranto puede consumirse tanto en hoja como en semilla, e incluso como brote. Cada una de sus presentaciones tiene un alto grado nutricional que, indistintamente de su preparación, puede potenciar múltiples vitaminas, minerales, aminoácidos y proteínas.

La nutricionista Priscilla Anderson destaca al amaranto como un alimento muy sustancioso por los distintos valores que tiene. La proteína es el más importante de ellos; aporta a la formación de músculo y tiene gran presencia en la planta.

El amaranto también presenta un gran valor cálcico. Mientras que en 100 mililitros de leche hay 125 gramos de calcio; en el amaranto hay 157, apunta Anderson.

El amaranto suele consumirse en distintas formas: en hoja, brote y muchas veces, como semilla. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

También cuenta con lisina; un aminoácido esencial que contribuye a la construcción de proteína. La especialista en nutrición explica que la mayoría de proteínas de origen vegetal carecen de lisina, lo cual impide que alcancen un perfil completo de aminoácidos.

Además de ser rico en grasas buenas -recomendables para reducir el colesterol- el amaranto carece de gluten, por lo que se convierte en una opción de consumo para las personas celíacas.

Por si fuera poco, el alimento milenario también presenta Vitamina A, que contribuye a la mejora de visión. Por otra parte, Anderson comenta que este incluye hierro, lo cual se ha demostrado es favorable para las personas que padecen anemia.

Prepárelo en casa

André Schrei, gastrónomo y director del proyecto Soy Raíces, enfatiza en las distintas posibilidades para consumir el amaranto, a pesar del escaso consumo en la actualidad. Indica que por sus características a la fecha se utiliza para atoles, postres, bebidas y e incluso tamales.

Schrei resalta de igual manera el contenido en proteína, almidones y fibra “que aportan una función espesante y crocante”. De esta cuenta, el especialista en Gastronomía comparte cuatro recetas a base de amaranto, y fáciles de realizar en casa:

Panqueques de Amaranto

Ingredientes:

  • 250 gramos de harina de amaranto
  • 5 gramos de polvo para hornear
  • 2 gramos de sal
  • 2 gramos de leche en polvo
  • 2 huevos
  • 30 gramos de crema o mantequilla de maní

Preparación:

Mezclar todos los ingredientes hasta tener una masa homogénea. Después se debe calentar una sartén engrasada en la que se colocará y cocerá la mezcla en porciones de media taza. Cuando las orillas empiecen a secarse, voltear y revisar la cocción. Posteriormente, se retiran y se sirven. Pueden acompañarse con miel de abeja.

Alborotos

Ingredientes:

  • 250 gramos de panela o azúcar morena
  • 450 gramos de amaranto tostado
  • 100 gramos de miel
  • 200 gramos de agua
  • 1 limón

Preparación:

Verter el agua, el azúcar, el jugo de un limón y la miel en una cacerola. Dejar cociendo la mezcla en fuego bajo, hasta llegar a punto de hebra. En paralelo, se debe tostar el amaranto en una sartén caliente. Se deben mezclar y luego colocar en una bandeja con papel encerado. Posteriormente se deja enfriando para cortarlo en trozos iguales.

Meloso de Amaranto y hongos

Ingredientes:

  • 400 gramos de anacates
  • 10 gramos de ajo
  • 40 gramos de cilantro
  • 100 gramos de cebolla
  • 1 litro de caldo o agua
  • 1 limón
  • 30 gramos de chile cobanero
  • 30 gramos de mantequilla
  • 200 gramos de amaranto

Preparación:

Se debe agregar la mantequilla en una cacerola con fuego medio. Saltear en la misma la cebolla hasta que se cristalice. Posteriormente, agregar el  el ajo y los anacates picados. Dejar que se doren ligeramente.

Posteriormente, agregar el amaranto tostado y mover constantemente. Se baja el fuego, se agrega el caldo o agua, y se continúa con la cocción hasta que se haya absorbido el líquido. Si es necesario, se puede agregar más agua.

Agregar cáscara de limón y el jugo de medio limón. Luego se agrega el cilantro picado y el chile cobanero. Si se desea una consistencia más cremosa, se puede agregar queso chancol rallado.

 

ESCRITO POR:

Alejandro Ortiz

Periodista de Prensa Libre especializado en temas sobre cultura y bienestar, con 5 años de experiencia.

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