El chef es reconocido por llevar la cocina de su país a todo el mundo y además tiene tres restaurantes en su ciudad natal, Tel Aviv.
Las horas que compartió con los jóvenes guatemaltecos se comunicó no solo con su voz, sino explicando con aromas, texturas y sabores, mientras daba consejos durante la preparación de algunos platillos insignia de su cultura. Juntos prepararon humus –platillo con garbanzos molidos-, ensaladas con ingredientes frescos y el tradicional shakshuka, una especie de ragout en la que se utiliza tomate y huevos.
El chef Shaul Ben Aderet con jóvenes de la Academia Técnica Talento Sin Límites Ruth Nicolle de Powell (Foto Prensa Libre: Ingrid Reyes).
“Me impresionó la manera en que trabajan los jóvenes, algunos incluso con más precisión en sus cortes que los cocineros que están en la cocina de mis restaurantes”, dijo el reconocido conocedor de la gastronomía. También prometió a los jóvenes regresar a Guatemala para compartir más en la academia y les motivó a seguir practicando y demostrando sus habilidades.
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El embajador del Estado de Israel en Guatemala Mattanya Cohen explicó que el chef fue invitado como parte de la Semana Gastronómica Israelí, pero reconoce que esta actividad con los nuevos talentos culinarios es la principal para que los jóvenes conozcan y repliquen estos sabores tradicionales en las diferentes áreas donde se desarrollen a nivel profesional.
Shaul en Aderet tiene tres restaurantes en Tel Aviv, Israel (Foto Prensa Libre: Ingrid Reyes).
Henry Huertas, de 30 años, fue uno de los estudiantes de cocina que participaron y agradeció los consejos del chef, y la oportunidad de conocer más de esta cultura. Claudia Cumes, directora de rehabilitación del Benemérito Comité Pro Ciegos y Sordos de Guatemala, agrega que los jóvenes se prepararon y pasaron cocinando algunas pruebas desde un día antes para preparar los distintos platillos.
Shaul Ben Aderet ayudó a preparar diferentes platillos tradicionales (Foto Prensa Libre: Ingrid Reyes).
Los jóvenes inscritos en la academia se preparan para ser incluidos a nivel laboral. Quienes pertenecen a esta área ya han pasado por un proceso de rehabilitación, en donde aprenden diferentes herramientas y a conocer sus habilidades y fortalezas. Actualmente 10 personas con discapacidad visual o auditiva están en sus estudios de cocina.