Salud y Familia

Qué tipos de masajes hay, cuáles son sus beneficios y por qué es importante ir con un experto

Para obtener beneficios reales es necesario buscar a un profesional en este campo que identifique qué tipo de masaje necesita, además de aplicarlo de forma correcta.

El tráfico, la jornada laboral, las deudas, problemas de pareja o entre compañeros de trabajo y otros factores pueden generar estrés en usted. Este estado mental, además de provocar cansancio mental, también produce dolor y rigidez en los músculos, ansiedad y problemas para conciliar el sueño.

Una excelente solución para disminuir o eliminar esos problemas son los masajes, los cuales básicamente consisten en la manipulación de la piel, los músculos y los tejidos conectivos del cuerpo. Usualmente se hace con las manos, pero también se pueden emplear aparatos mecánicos en la superficie corporal. Durante un masaje se utilizan diferentes técnicas que influyen en el cuerpo a través de la presión, fricción o golpes de distinta intensidad en regiones determinadas del cuerpo.

Acorde a la masajista profesional Zenia Clemente, la frecuencia ideal para hacerse un masaje es una vez a la semana. Sugiere además que sea acompañado de un sauna, un baño de vapor o sudoración que se realiza en un recinto a muy alta temperatura, con el objetivo de liberar el ácido láctico del cuerpo, que es el compuesto químico que provoca contracturas (comúnmente llamadas nudos) en el cuerpo.

“La espalda, el cuello y las caderas suelen ser los puntos en los que las personas resultan con más dolencias debido al estrés y las malas posturas, en las que recargan más un lado del cuerpo”, explica Clemente.

Los masajes ayudan a la relajación y la eliminación de toxinas del cuerpo humano. Además mejoran la circulación, estimulan el sistema glandular y calman el dolor muscular. (Foto Prensa Libre: Servicios)

En cuanto a los tipos de masaje la profesional menciona los siguientes:

1. Relajante

Este tipo de masaje es apto para todos. Se trata de una técnica que ayuda a movilizar las contracturas o nudos para aliviar los músculos y devolverles su buen funcionamiento cuando tienen carga de estrés. Es por eso que se aplica en todo el cuerpo, haciendo énfasis en la espalda y la parte baja del cuello.

2. Tailandés

Este tipo de masaje no es recomendable para personas que padecen de artritis, a menos que sea controlada o no muy avanzada. Es una técnica que busca la relajación y ayudara a equilibrar el organismo. Se caracteriza principalmente por los estiramientos, razón por la cual las personas que son muy sedentarias lo sienten un poco agresivo, pero acorde a Clemente, el efecto es muy liberador.

3. Shiatsu

Esta técnica de origen japonés también es apta para todos y en ella se utilizan muchos estiramientos combinados con presión en ciertos puntos.

Para hacer este tipo de masaje se usa sobre todo el pulgar y la palma de la mano, e incluso los codos. La presión con los pulgares que se ejerce en los masajes de shiatsu coincide con los puntos de acupuntura de la medicina china. También se usan estiramientos y movilización, pero en menor grado.

4. Descontracturante

En esta modalidad se usan presiones en los puntos gatillo, puntos específicos en tejido muscular blando para reducir la tensión muscular y producir el alivio del dolor.

5. Terapéutico

Es una combinación de todos los anteriores y se centra en la corrección del problema que está causando dolor al paciente. Se utiliza para tratar varios tipos de trastornos músculo-esqueléticos y sus condiciones.

En cuanto a cómo identificar las zonas de tensión, Clemente explica que a veces se puede encontrar solo con ver o palpar el cuerpo, sin necesidad de hacer presión. “Si el dolor es muy fuerte, como el que puede provocar las malas posturas en la espalda se requieren varias sesiones. Para apoyar la terapia hay varias técnicas que pueden ser utilizadas. Por ejemplo, la de calor. Como su nombre lo indica esta consiste en aplicar calor en un área y esperar a que se desinflame. Algunas veces ni siquiera es necesario trabajar en ella con las manos porque no se trata de una contractura sino únicamente de inflamación. Por otro lado, cuando el paciente ha sentido el dolor por tres meses o más se necesita aplicar técnicas como la de calor y frío, pues alternar entre ambos ayuda a que los músculos se relajen”, asegura.

Tenga presente que un dolor acumulado durante mucho tiempo puede provocar un fallo irreparable. Es por eso que es importante que actúe a tiempo y busque la ayuda de un profesional. (Foto Prensa Libre: Servicios)

Además de comentar que los masajes duran entre 45 minutos y una hora, la especialista hace énfasis en la importancia que tiene que los pacientes asistan con un profesional. “Al no tener estudios y conocimiento sobre qué puntos tocar y cómo manipular los músculos, una persona puede dar alivio momentáneo a otra en el mejor de los casos. También puede ocurrir que en lugar de generar alivio le cause daño o empeore un problema”, afirma.

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