Salud y Familia

Recuerdo de mascotas perdura con la cremación

Nuestras mascotas son consideradas miembros de la familia, por lo que cuando llegue el momento de su partida, podemos cremarlas para que su recuerdo permanezca perennemente entre nosotros.

Recuerdo de mascotas perdura con la cremación

La cremación de mascotas permite conservar sus cenizas, totalmente estériles, para enterrarlas o colocarlas en un lugar especial dentro de casa. (Foto Prensa Libre, Shutterstock)

Cuando fallece un animal amado, se debe pensar en el manejo adecuado de sus restos, de una manera digna, y jamás descartarlos en las calles o basureros.

“Se debe considerar no solo el tamaño de la mascota, sino, principalmente, la razón de su muerte”, expone la médica veterinaria Vanessa Granados, catedrática en Universidad del Valle de Guatemala. “Si la causa se debió a una enfermedad infecciosa —zoonosis—, se deben tomar las medidas pertinentes para evitar que represente un riesgo para la salud, por la posibilidad de que se transmita la afección a otros animales o seres humanos, además de que genera contaminación del medio ambiente”, expone.

“La principal ventaja de la incineración de mascotas es la sanidad. Si se realiza de manera correcta, se evita que se originen posibles focos de infección y contaminación de cuerpos de agua, que pueden ocurrir con un mal manejo de cadáver. Además, los dueños podrán guardar las cenizas o disponerlas con mayor seguridad y sin necesitar gran espacio”, dice Granados. Es fundamental que se tenga el apoyo de un médico veterinario que tenga la capacidad y equipo idóneo para realizar este proceso.

La mayoría de empresas que ofrecen este servicio llegan a recoger los restos del animal, luego de su fallecimiento, y entregan la cenizas de vuelta, junto con un certificado, sellado y firmado por el médico veterinario del lugar, en el que se garantiza que los restos entregados pertenecen a la amada mascota.

En algunos de estos lugares se ofrece la cremación individual o compartida. “En el primer caso, solo una mascota es incinerada en la cámara de cremación, y en el segunda opción, se colocan dos animales en bandejas separadas en el horno, donde son cremadas a altas temperaturas, de más de 1 mil 150 grados centígrados”, indica el médico veterinario Janio Johnston, propietario de Incineravet, fundado en el 2011.

Luego, se retiran las cenizas de las bandejas, y cuidadosamente se guardan en bolsas herméticas, en forma separada, y se introducen en una urna de madera cada una. “Garantizamos que el 85% de los restos pertenecen a la mascota de su dueño”, afirma. La desventaja es que se debe esperar a que se dispongan de dos mascotas para realizar el proceso.

Otra ventaja, dice Johnston, es que el proceso de combustión no contamina el medio ambiente, además de que los restos resultantes son totalmente estériles. “Hay dueños que colocan la urna en la sala o habitación, la entierran en su jardín o la esparcen en algún lugar especial. Si los dueños del animal deben mudarse, pueden llevarse la urna consigo, lo cual no podría ser posible, si el animal fue enterrado directamente en el jardín”, dice.

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“Muchas personas viven en apartamentos o no tienen jardines grandes con espacio suficiente para inhumarlas, por lo que la cremación es su mejor opción”, dice la médica veterinaria Michelle Johnston.

Del tamaño de la mascota dependerá el precio de la incineración. Los de la cremación individual pueden oscilar entre Q1 mil 500 a Q2 mil, y los de la compartida, entre Q900 a Q1 mil 400.

Johnston expone que no solo perros y gatos pueden ser incinerados, sino animales de otras especies como tortugas, conejos aves e, incluso, peces.

¿Y si decide enterrarla?

En otros países, afirma Granados, hay legislación que prohíbe esta práctica, debido a los riesgos asociados con contagio o contaminación, los cuales aumentan, si el animal que se entierra tuvo una eutanasia con un fármaco que puede permanecer activo en su cuerpo por mucho tiempo, que puede afectar a otras mascotas que tengan contacto con este. Por ello, se recomienda llevarlo a su última morada a un cementerio de mascotas. Hay que considerar que en estos lugares se paga anualmente el derecho del espacio y mantenimiento.

“Sin importar las causas de la muerte del animal —enfermedad, accidente o eutanasia—, el cuerpo debe gestionarse de forma responsable. Los cementerios de mascotas o servicios de cremación evitan riesgos a la salud y al medio ambiente”, puntualiza Granados.

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Lugares donde incineran mascotas:

  • Incineravet, teléfono 2369-0388
  • Almapet : 5999-5644
  • Veterinaria La Semilla: 2201-2700
  • Cementerio Los Rosales: 2472-1374

Cementerios para animales:

  • Los Rosales, el primero de su tipo en Centroamérica. Se ubica en el km 34.5 carretera a Antigua Guatemala, Sacatepéquez, en una montaña ecológica, donde se puede inhumar al animal en fosas, nichos o criptas. Ofrecen servicio de capilla dentro del lugar y en la ciudad. Teléfono 2472-1374.
  • Las Macadamias, ubicado en km 28 carretera a la aldea El Tablón, Villa Canales, ofrece fosa individual para la mascota, inhumada en ataúd ecológico y biodegradable, a solicitud del dueño. Teléfono 2507-9494.

ESCRITO POR:

Brenda Martínez

Periodista de Prensa Libre especializada en historia y antropología con 16 años de experiencia. Reconocida con el premio a Mejor Reportaje del Año de Prensa Libre en tres ocasiones.

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