Vida

Annie sueña

Es inevitable sorprenderse al descubrir tanto talento nacional en la obra musical Annie, que bajo la dirección de Kristine Klanderud hace brillar a cada integrante del elenco, sin importar la edad.

Victoria Morales, de 10 años,  interpreta con gran espontaneidad a Annie, una niña entusiasta llena de sueños y esperanzas.

Victoria Morales, de 10 años, interpreta con gran espontaneidad a Annie, una niña entusiasta llena de sueños y esperanzas.

Desde el sábado 13 de abril se encuentra en cartelera, los fines de semana, en el auditorio Juan Bautista Gutiérrez, de la Universidad Francisco Marroquín, este montaje, clásico del repertorio de Broadway y basado en el personaje de la tira cómica La pequeña huérfana Annie, del estadounidense Harold Gray.

Los arreglos musicales son de Charles Strouse, con canciones de Martin Charnin y libreto de Thomas Meehan.

Klanderud presenta en Guatemala el libreto y melodías originales de la obra que se estrenó en 1977, en Estados Unidos, y que tuvo una versión fílmica en 1982.

Argumento

Con canciones y bailes se presenta la historia de una pelirroja huérfana que sueña con abandonar el orfanato en el que vive y encontrar a sus padres biológicos.

Por su sentido humano y armonías melódicas, este es uno de los musicales preferidos de Klanderud, y eso la motivó a emprender la producción. La primera vez que lo llevó a escena fue en el 2007. Considera que su experiencia fue muy positiva, por lo que se interesó por hacerlo otra vez, con un nuevo elenco.

El trabajo de selección fue arduo. Ella recorrió todas las academias de arte de la capital para hacer audiciones y seleccionar a las 12 niñas, de entre 7 y 10 años, y luego el coro, integrado por 10 jóvenes, invitados algunos y por audición otros.

El papel de Annie recae en la talentosa Victoria Morales, de 10 años.

El elenco central fue convocado directamente, todos actores y cantantes con reconocida trayectoria, entre ellos David Véliz, Adriana Valdez, Karla Calvillo, Alejandro Vidal, Andrea Castillo y Sebastián Chavarría.

La función

Aunque la función empezaba a las 11.15, desde dos horas antes comenzaron a llegar las familias al teatro, a la función del domingo.

A las 11 en punto dieron la primera llamada, y comenzó a las 11.15 horas, con el auditorio en 85 por ciento de asistencia.

El público desde el principio mostró gran expectativa.

Al empezar la obra, que es musicalizada por artistas de trayectoria como Fernando Martín, Alejandro Álvarez, Sergio Tzic y el director Víctor Arriaza, de inmediato captó la atención de grandes y pequeños por las maravillosas actuaciones del grupo de niñas, quienes dejaban entrever, con su postura y semblante, sus distintas personalidades.

Cabe mencionar la destacada participación de Victoria Morales, Annie, quien cautivó al público en todo momento no solo por su evidente vocación escénica, sino por su afinada voz.

Miss Hannigan, personificada por Karla Calvillo, da mucho de qué hablar porque logra hacerse odiar, por el despotismo con el cual trata a las niñas del orfanato.

En todas las coreografías y melodías, los artistas están muy bien coordinados.

Todos los personajes tienen su momento de importancia, lo cual causa que después de hora y media se tenga la sensación de querer ver aún más.

El público se llevó un mensaje lleno de optimismo y lucha tras los sueños. Aplaudieron de pie a la treintena de artistas.

Última función

Hoy, a las 11 horas, será la última presentación del musical, en el auditorio Juan Bautista Gutiérrez de la Universidad Francisco Marroquín, 6a. calle final, zona 10.

Admisión, Q125.

NIÑAS
Todas las pequeñas trabajan con mucha dedicación. Se ve que se divierten al entregar toda su energía.

DIRECCIÓN
Kristine Klanderud
Busca las fortalezas escénicas de cada artista, lo cual es fundamental para el éxito de la presentación. Desde la niña más pequeña, todos tienen la misma importancia en escena.

EL CORO
Diez jóvenes de diferentes edades.

Ellos interpretan varios personajes durante la puesta en escena. Cada uno bien definido con sus propias características. Están bien coordinados y dan soporte a la obra.

BENÉFICA
Todos trabajan ad honórem.
El montaje fue apoyado por el Club Rotario de la Ciudad de Guatemala y es a beneficio del Hospital Santa Catarina, que ayuda a mujeres para la prevención y tratamiento del cáncer.

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