La imaginería, los dogmas religiosos, la iconografía, el colorido de la cultura guatemalteca mezcladas en una esencia de sensualidad y crítica social, son características representativas en los trabajos de Eny Roland.
Prueba de ello son sus trabajos como Fábrica de Santos, en el que evocó de manera contrastante las clásicas y conocidas imágenes de santos como San Francisco de Asís, la Virgen de la Asunción o de San Simón. Otro proyecto parecido fue El sueño del cucurucho, que reunió fotografías urbanas con un toque satírico de las “devotas cargadoras” de Guatemala.
Una línea semejante sigue la exposición Dulce Mortificación, una muestra que desde su título, con dos palabras que contrastan una de otra, hace alusión a aquello que duele pero que también gusta. “Elegí el oxímoron ‘Dulce Mortificación’ porque me parece que representa muy bien esa contradicción latente entre cómo el creyente prefiere ‘disfrutar’ del luto de la Pasión y muerte de Cristo por sobre la resurrección misma”, explica el artista.
Además de ello, no queda fuera un tono más fuerte dentro de Dulce Mortificación. “Mi intención era articular un discurso visual que funcionara como un enfoque alterno y, sobre todo crítico, a las imágenes tradicionales de la Semana Santa, que es tan importante, religiosa y culturalmente, para Guatemala”, dice Eny.
EXHIBICIÓN
Religión, performance y crítica social. Dulce Mortificación se expone este miércoles, en Galería El Attico —4a. avenida 15-45, zona 14—, a partir de las 19 horas. La exposición contará con fotografías, proyecciones, performance y música.
