Los Mecanismos Internacionales de Asistencia Humanitaria  (MIAH) de esta región celebran en Guatemala su VII reunión de cara a la Cumbre Mundial Humanitaria que se realizará en 2016 en Turquía.
El encuentro durará tres días, entre hoy y el 7 de mayo, y tendrá lugar en un hotel de la capital guatemalteca.
El objetivo es fortalecer las acciones que realizan los actores humanitarios en caso de desastres naturales para mejorar la asistencia.
Está previsto que asistan la secretaria general adjunta de Asuntos Humanitarios y Coordinadora del Socorro de Emergencia de Naciones Unidas, Valerie Amos, la directora del secretariado de la Cumbre Mundial Humanitaria, Jemilah Mahmood, y el director ejecutivo adjunto del Programa Mundial de Alimentos, Amir Abdulla.
En esta reunión está prevista la participación de más de 30 delegaciones de países de América Latina y el Caribe, donde se encuentran representantes de organismos regionales, de la sociedad civil, de los gobiernos, del sector privado y de agencias de las Naciones Unidas.
Los Estados participantes son: Antigua y Barbuda, Argentina, Bahamas, Barbados, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Dominica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú y Santa Lucía.
 A los anteriores se suma la intervención de San Vicente y las Granadinas, San Cristóbal y Nieves, Surinam, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela.

Este encuentro regional servirá para el intercambio de opiniones y sugerencias que se presentarán en la Cumbre Mundial Humanitaria de Estambul, Turquía, el próximo año.
Guatemala está considerado por las Naciones Unidas como uno de los países más vulnerables a desastres en el mundo.
Según la Red de Información Humanitaria para América Latina y el Caribe, desde su primera reunión en México en 2008, el MIAH se ha convertido en el principal espacio regional para dialogar sobre temas de importancia humanitaria y mejorar la coordinación con el fin de salvar vidas y reducir el sufrimiento de las personas afectadas por algún evento natural.