Guatemala

Bocinar le costó la vida a conductor

Julio Cotzal Pirir, de 41 años, quien fue baleado el martes recién pasado por haberle bocinado a otro piloto, murió al siguiente día y ayer a las 15.30 horas fue inhumado en el cementerio La Berbena, zona 7.

Los padres  de Julio Cotzal Pirir le dan el último adiós en el cementerio La Berbena, zona 7. Inserto, cuando los bomberos lo trasladaban a hospital.

Los padres de Julio Cotzal Pirir le dan el último adiós en el cementerio La Berbena, zona 7. Inserto, cuando los bomberos lo trasladaban a hospital.

Familiares de la víctima piden justicia divina y que las autoridades capturen al agresor.

Cotzal Pirir, perito contador, se dirigía ese día a una entrevista de trabajo cuando le bocinó al conductor de un vehículo BMW negro, en la 6a. avenida y 4a. calle, zona 10, y la respuesta de este fue dispararle.

María Francisca Pirir, hermana de la víctima, expresó: “En el lugar hay cámaras que pudieron grabar la placa. Ojalá la Policía investigue y lo esclarezca”.

Afirmó que su hermano no se metía con nadie y que no es posible que su muerte quede impune.

Sin empleo

Beatriz De Cotzal informó que su esposo murió el miércoles recién pasado a eso de las 22 horas, pues se complicó la cirugía que le practicaron en el Hospital General San Juan de Dios. “Solo tenía una herida en el brazo”, dijo.

“Pido al agresor de mi esposo que Dios lo perdone, y que se arrepienta de lo que hizo, y cuando lo haga, que le pida perdón a Dios”, añadió.

Según De Cotzal, su esposo se quedó sin empleo en enero último y el día del ataque se dirigía a una entrevista.

Comentó que en el hospital no pudieron hablar de lo sucedido, y que la Policía no les ha dicho nada sobre el agresor, pero esperan que investiguen.

De acuerdo con familiares, Cotzal Pirir tenía pénsum cerrado de la carrera de Ciencias Jurídicas y Sociales en la Universidad de San Carlos y era amante del futbol.

“Mi esposo era un hombre de espíritu libre, muy querido por sus amigos y amigas, por eso creo que no tenía enemigos”, aseguró la viuda.

Misael Taracena, uno de los mejores amigos de Cotzal Pirir y quien lo echará de menos, señaló que lo único que les informaron los médicos en el nosocomio es que murió de un paro respiratorio.

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