Vida

Lo bueno y lo malo del embarazo

Si se tuviera que poner en una balanza lo bueno y lo malo de estar embarazada, se enumeraría muchos puntos, aunque, sin duda, se coincidiría en que, aún en igualdad de condiciones, siempre pesa más lo bueno.

Lo bueno y malo del embarazo

Lo bueno y malo del embarazo

El embarazo es un momento de cambios sorprendentes, tanto físicos como anímicos. A las mujeres, la naturaleza las ha dotado de una capacidad asombrosa de transformación, pero esta disposición natural, no las libra de algún inconveniente en el camino.
 
En un embarazo normal, se puede enfrentar algunas molestias tanto físicas como emocionales. Son muy frecuentes los ajustes hormonales que pueden provocar náuseas matutinas, indigestión, manías o antojos de alimentos, alteraciones en el olfato o en la piel. Según avance la gestación, algunos síntomas desaparecerán y otros persistirán, pero no se prolongarán mucho más del parto, explica el sitio guiainfantil.com
 
Los cambios emocionales son también muy importantes, puesto que es evidente que hay que aceptar gradualmente una nueva imagen, sentimientos de inseguridad sobre si serán capaces de educar y criar a niño, la preocupación sobre la salud del bebé o la de ella, la incógnita de si se puede soportar el dolor del parto o ciertos momentos en que se sientan frustradas, agobiadas o irascibles, sin causa alguna.
 
Cuando el embarazo es deseado y acogido con alegría, sin duda, los momentos gratificantes hacen sobrellevar los inconvenientes de la gestación. Seguro que al poco tiempo de saber que se está encinta, la mujer se coloca delante del espejo y admira su abdomen creciente, orgullosa; ha disfrutado de momentos relajantes y placenteros en el que el bebé da patadas y adivina con la pareja qué parte del cuerpo era aquel bulto que salía del esférico vientre, ha hablado con el bebé y le ha puesto nombre.
 
Por otra parte, el parto es uno de los momentos más emocionantes para la vida de una mujer, ver a al hijo y sentirlo en los brazos es absolutamente inolvidable, hace sentirse partícipes de algo sobrenatural, algo de gran trascendencia, del cual se es protagonista junto con el bebé.

Sin duda, el embarazo supone ciertas molestias (en algunos casos, muchas), numerosos cambios orgánicos, exige capacidad de adaptación y de madurez, pero el fruto es inigualable, es una de las experiencias más emotivas y conmovedoras para los futuros padres. Hay que estar alegres y disfrutar del embarazo y trasmitir también al bebé ese sentimiento de gozo, aun cuando se tenga más de un inconveniente por el nuevo estado de “buena esperanza”.

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