El experto aconseja que antes de adquirir una mascota, el futuro dueño evalúe si realmente podrán dedicarle el tiempo que necesita, y lo más importante, investigar la raza y sus requerimientos.

“Más que el espacio en casa, los perros necesitan hacer ejercicio, y esto es uno demanda que se debe cumplir, de lo contrario el animal presentará cambios en su comportamiento; estará más inquieto”, comentó Hurtarte.

El dolor también le producirá alteraciones, y este puede ser causado por fracturas o golpes, pero también cambiará su conducta si es maltratado, abandonado o porque el ambiente en el que está no es el adecuado.

La razón frecuente de estrés en un animal es la falta de los requerimientos básicos como alimentación, abrigo, recreación y protección, y en caso extremo encierro o mantenerlo encadenado.

“Si la mascota ve amenazado su bienestar y no libera la energía a través del ejercicio, esto provocará estrés como mecanismo de supervivencia”, añadió el veterinario.

La castración también puede provocarle cambios, pero estos no son drásticos. “Los machos se tornan muy apacibles y sin ánimo los primeros días después de la cirugía”, explicó.

Emociones

El veterinario también afirmó que los animales pueden experimentar tristeza y depresión, pero no en la misma medida que los seres humanos.

Lo más común es que se mantenga decaído cuando el amo se va por un largo tiempo. Esto puede generar inapetencia y llevará a alguna enfermedad relacionada con la falta de nutrición.

Hurtarte comentó que las personas deben tener presente que los animales vienen de una manada y siempre necesitarán un líder, por lo que el dueño debe enseñarle a su mascota que quien manda es él. Esto favorecerá la interacción humano-animal.

Otras actitudes

Los cambios de comportamiento  radicales  son señales de  que las mascotas necesitan atención:

Cuando dejan  de hacer sus necesidades donde se les enseñó, es porque el lugar está demasiado sucio y por lo tanto  buscan otro.

La agresividad  es señal de que la mascota no recibe la atención y recreación que necesita.

Si la  mascota orina en todas partes es una forma de marcar el territorio y sucede cuando un nuevo inquilino llega a casa.