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La asistencia en armas para Ucrania está en camino: ¿Será suficiente para frenar la invasión?
Funcionarios ucranianos parecen escépticos respecto de que se entreguen suficientes armas en los próximos meses de manera rápida.
Equipos de rescate se mueven entre los escombros de un gimnasio universitario que fue destruido por un misil ruso en Kiev, Ucrania, el 25 de marzo de 2024. (Brendan Hoffman/The New York Times)
Ahora que el Senado de Estados Unidos aprobó un paquete de ayuda por casi US$61 mil millones y que el presidente Joe Biden lo firmó, el armamento estadounidense, que se necesita con tanta desesperación, podría llegar al campo de batalla dentro de algunos días.
Yehor Cherniev, vicepresidente del Comité de Seguridad Nacional del Parlamento de Ucrania, declaró que el paquete de armas (que se ha retrasado por las disputas políticas de los republicanos de la Cámara de Representantes desde el otoño pasado) es “un salvavidas” para las Fuerzas Armadas de Kiev. Poco después de aprobar el financiamiento el miércoles, Biden afirmó que los envíos de armas comenzarían en “unas horas”.
No obstante, no incluirán todo lo que el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha solicitado a medida que su Ejército enfrenta dificultades para mantenerse firme tras dos años de guerra contra las fuerzas invasoras rusas.
A continuación, un vistazo a lo que Ucrania afirma que necesita, qué se espera que obtenga con el paquete de ayuda estadounidense, así como si será suficiente o no para marcar una diferencia inmediata.
Lo que quiere Ucrania
Sobre todo, Zelenski asegura que Ucrania necesita municiones para artillería y misiles de largo alcance para atacar a las fuerzas rusas, esto aunado a defensas antiaéreas para proteger ciudades e infraestructura clave como bases militares, plantas generadoras de electricidad y fábricas de armas.
El lunes, en su habitual mensaje nocturno a los ucranianos, el mandatario expresó: “Necesitamos infligir el máximo daño en todo lo que Rusia usa como una base para la violencia y para su logística militar”.
Zelenski ha explicado que, para lograrlo, Ucrania requiere más sistemas de misiles tácticos de largo alcance (conocidos como ATACMS y pronunciados de manera que en inglés suena como “atáquenlos”) para impactar más allá de las líneas enemigas y en lo profundo del territorio controlado por los rusos. Estados Unidos envió una cantidad pequeña de ATACMS, con un alcance de alrededor de 160 kilómetros, y se utilizaron para atacar dos bases aéreas rusas en octubre.
Ucrania había pedido ATACMS de mayor alcance que pudieran impactar objetivos a más de 300 kilómetros de distancia y, el miércoles, un funcionario estadounidense de alto rango confirmó que el Pentágono ya había enviado secretamente algunos que se emplearon para atacar un aeródromo militar ruso en Crimea la semana pasada y a tropas rusas en el sureste del país en la noche del martes.
La munición para artillería, como los proyectiles de calibre 155 milímetros que se ajustan a los lanzadores estándar de la Otán donados por Occidente, ha escaseado en Ucrania desde hace más de un año, ya que las fuerzas rusas están disparando diez veces más municiones en el campo de batalla que las tropas ucranianas superadas en armas, según aseveró Zelenski la semana pasada.
Zelenski también ha descrito las defensas antiaéreas (y en específico el sistema de misiles antibalísticos tierra-aire Patriot de fabricación estadounidense) como “cruciales”. Además, el presidente ucraniano ha presionado durante más de un año para recibir aviones de combate F-16 con el fin de que proporcionen otra capa de defensa antiaérea sobre la guerra terrestre de Ucrania.
Lo que recibirá
El Pentágono dio a conocer el miércoles que apresuraría un paquete de ayuda militar de US$1 mil millones para Ucrania, el cual incluirá misiles tierra-aire de disparo desde el hombro Stinger y otras municiones para defensa antiaérea, proyectiles de 155 milímetros, misiles guiados antitanque Javelin, municiones de racimo y vehículos de combate.
También contiene municiones para los sistemas de cohetes de artillería de alta movilidad (HIMARS, por su sigla en inglés), los cuales pueden lanzar misiles ATACMS. Un funcionario estadounidense no aceptó confirmar si los ATACMS en específico serían parte de la asistencia y el Pentágono, en general, se ha resistido a hablar del uso de misiles en Ucrania, en parte debido a la preocupación de que podría enfurecer a Rusia si admite que está enviando armas de largo alcance para la guerra.
No obstante, en un comunicado emitido el miércoles, Zelenski confirmó que los ATACMS formaban parte del paquete que el mandatario describió como “exactamente el tipo de armas que nuestros militares necesitan”.
No obstante, no incluye otro sistema de defensa antiaérea Patriot ni especifica que contiene misiles adicionales a los que Ucrania ya está desplegando. No queda claro si eso podría llegar en envíos futuros, como se reporta que Alemania y otros países aliados están demandando. Los sistemas son escasos y caros, y darle uno más a Ucrania podría significar retirarlo de proteger bienes estadounidenses, ya sea dentro del país o en el mundo.
Además, aunque Jens Stoltenberg, el secretario general de la OTAN, reiteró el martes que los aliados de la Otán estaban trabajando para entregar aviones caza F-16 a Ucrania, hasta el momento, Estados Unidos ha rechazado donar cualquiera de sus aviones de combate. (Sin embargo, la Fuerza Aérea de Estados Unidos ha ayudado a entrenar a algunos pilotos ucranianos de las decenas que hasta el momento están aprendiendo a volarlos). Algunos funcionarios han dicho que alrededor de doce pilotos deberían estar listos para volar los F-16 en combate en julio, pero tan solo seis aviones habrán sido entregados a Ucrania para entonces.
¿Ayudará?
Aunque el paquete de ayuda de US$61 mil millones está diseñado como un apoyo para Ucrania, algunos funcionarios del Pentágono han declarado que hasta US$48 mil millones serán destinados a fabricantes estadounidenses de armas ya sea para reabastecer las existencias estadounidenses que casi se han vaciado durante los últimos dos años de guerra o para elaborar armamento adicional para Ucrania.
La inyección de US$1 mil millones del Pentágono provendrá de los fondos restantes y podría estar “en tránsito para el final de la semana”, indicó el senador Mark Warner, demócrata de Virginia, quien es el presidente del Comité de Inteligencia del Senado. Eso podría ayudar de inmediato a apuntalar la línea del frente de Ucrania, donde las fuerzas necesitan detener rápidamente los drones, aviones y bombarderos ligeros rusos, así como evitar que Ucrania pierda terreno, aunque otro funcionario estadounidense advirtió el miércoles que las armas podrían tardar más de una semana en llegar al frente de batalla.
No obstante, los funcionarios ucranianos parecen escépticos respecto a que se entreguen suficientes armas en los próximos meses de manera rápida o constante para mantener la inercia.
El domingo, Zelenski declaró en el programa “Meet the Press” de NBC News: “Cuando las tengamos, cuando las tengamos en los brazos, entonces, tendremos la oportunidad de tomar esta iniciativa y avanzar para proteger a Ucrania”. Sin embargo, agregó: “Depende de qué tan pronto recibamos esta ayuda”.