“Nos encontramos a padres que se sienten muy hombres al decir que tienen 10 hijos, pero no mantienen a ninguno, y eso crea una imagen diferente en la familia, pues los niños crecen sin la idea de responsabilidad, y cuando son jóvenes, en lugar de buscar trabajo y seguir sus estudios, se dedican a la delincuencia”, dijo Pinto.
Lilian Flores, del Programa Salud Sexual y Reproductiva del Área de Salud, afirmó que en los hogares encabezados solo por la madre afrontan muchas limitaciones económicas que conllevan a la mala alimentación de los hijos, cuyas consecuencias pueden ser graves, si no se trata a tiempo.
Flores indicó que uno de los problemas que les preocupan es el aumento de niños que buscan en las calles ganarse la vida vendiendo golosinas o limpiando vidrios de vehículos en los semáforos, derivado de la paternidad irresponsable.
Liliana Villatoro, encargada de Relaciones Públicas de la Dirección Departamental de Educación (Dideduc), considera que la maternidad y paternidad responsables son fundamentales para que la educación del niño dé resultados satisfactorios.
“La escuela es una visión académica que debe ser fortalecida desde la casa, y si no se cuenta con esta se dificulta el proceso educativo”, puntualizó.
La relacionista señaló que en hogares desintegrados hay que reconocer la labor de muchas mujeres, porque además de madres deben asumir el papel de padres, y los resultados han demostrado que la situación es positiva cuando esta trabaja, pero no todas tienen la misma oportunidad de encontrar un empleo con un salario justo, lo que redunda en las dificultades para criar a los hijos.
Rosana Cifuentes, coordinadora interinstitucional de la Asociación Pasmos Guatemala, comentó que la paternidad es un compromiso y una actitud que asume la pareja para velar por el desarrollo integral de la familia, y cuando esto no se cumple los efectos en la sociedad son negativos.
Desarrollo
Aseguró que los niños que viven en hogares desintegrados afrontan muchas limitaciones, lo cual afecta su desarrollo y finalmente tiene efectos como el subdesarrollo, al no contar con educación ni salud, lo que a la vez incrementa el riesgo de desnutrición.
Según Antonio Alfaro Molina, director del Área de Salud, la paternidad responsable ha sido un tema que no recibe la importancia que merece, y por ello el crecimiento demográfico conlleva más niños enfermos y personas sin trabajo. “Cada hijo no planificado resta oportunidades a los que ya se tienen, lo cual se traduce en subdesarrollo”, explicó el funcionario.
Agregó que hace falta información para evitar embarazos no planificados, y sobre todo concienciar a los hombres para que asuman su responsabilidad, pues la vida no es solo engendrar hijos, sino darles lo que necesitan.
