Yanes expresó que en octubre último, la asociación logró detener con una denuncia el corte de árboles en un área de 28 manzanas de terreno, ubicados en la parcela D33, pese a que ya habían talado más de la mitad de la propiedad, y agentes de la Policía Nacional Civil decomisaron la maquinaria porque los trabajadores indicaron que la licencia estaba en trámite.

“Estamos comprometidos con el medioambiente, por lo que los vecinos estamos unidos y no vamos a permitir que estos atropellos sigan”, aseguró Yanes.

Mario Hernández, delegado legal de la Gremial de Pescadores Artesanales del Litoral Pacífico (Agrepesca), que integra 70 agrupaciones y tiene unos 17 mil pescadores asociados que laboran desde la frontera con México hasta la de El Salvador, expresó que los trabajadores de esta zona costera han señalado que los productos químicos que se utilizan en el cultivo de la caña, como fertilizantes y madurativos, son arrastrados por los ríos hasta el canal de Chiquimulilla, lo que causa muerte de peces adultos y de larvas.

Carlos Salvatierra, representante de la Red de Manglar Internacional, indicó que estas expansiones agroindustriales han causado deforestaciones que ponen en peligro las reservas de mangle, las cuales no solo son una fuente de generación de oxígeno, sino que sirven como hábitat a peces, aves y mamíferos.

Por aparte, socorristas expresaron que en tiempo de zafra los accidentes de tránsito aumentan, sobre todo en la ruta al suroccidente, autopista Puerto Quetzal y hacia Taxisco, Santa Rosa.

Gumercindo López, vecino de Siquinalá, refirió que las carreteras en esta zona se han deteriorado por el paso de camiones cañeros sobrecargados, que además, ponen en peligro la vida, no solo de los vecinos, sino de los visitantes.