Escenario

“Esa palabra ya no la escribí”, Herta Müller, Premio Nobel de Literatura 2009 

La novelista, poeta y ensayista Herta Müller aceptó ayer el Premio Nobel de Literatura, por su crítica representación de la vida durante la dictadura comunista en su natal Rumania.

La escritora, nacionalizada alemana, recibió el galardón de manos del rey Carlos XVI Gustavo de Suecia en una ceremonia en Estocolmo.

La madre de Müller pasó cinco años en un campo de concentración comunista y la misma escritora fue atormentada por el Servicio Secreto de la Rumania comunista, por haberse negado a fungir como su informante. He aquí un fragmento del discurso que pronunció el 7 de diciembre recién pasado:

“…Al tercer año se acabó la igualdad de los días. En el transcurso de una semana entró tres veces en mi oficina, a primera hora de la mañana, un hombre gigantesco, de huesos sólidos, con ojos azules centelleantes, un coloso del Servicio Secreto. La primera vez me insultó de pie y se marchó.

La segunda vez se quitó el impermeable, lo colgó en una percha del armario y se sentó. Aquella mañana yo había traído de casa unos tulipanes y los estaba acomodando en el florero. El tipo me observaba y alabó mi inusual conocimiento del ser humano. Su voz era resbaladiza. Sentí un gran desasosiego. Impugné su elogio y le aseguré que sabía algo de tulipanes, pero nada del ser humano. Entonces me dijo en tono malicioso que él me conocía mejor que yo a los tulipanes…

La tercera vez se sentó y yo permanecí de pie, porque había dejado su cartera sobre mi silla. No me atreví a ponerla en el suelo. Me insultó tratándome de necia redomada… Empujó los tulipanes hasta casi el borde de la mesa, en cuyo centro puso una hoja de papel vacía y un lápiz. Rugió: escribe. De pie, empecé a escribir lo que me iba dictando. Mi nombre con fecha de nacimiento y dirección. Y después que yo, independientemente de la proximidad o del parentesco, no le diría a nadie que…, y entonces llegó la horrible palabra: “colaboradora”. Esta palabra ya no la escribí. Puse el lápiz a un lado y me dirigí a la ventana, por la que miré hacia la polvorienta calle. No estaba asfaltada, baches y casas gibosas. Y esa calleja ruinosa se llamaba, encima, Strada Gloriei: calle de la gloria. En la calle de la gloria había un gato trepado en la morera desnuda. Era el gato de la fábrica y tenía una oreja desgarrada. Encima de él brillaba el sol matinal como un tambor amarillo. Dije: N-am caracterul. No tengo este carácter. Se lo dije a la calle, fuera. La palabra carácter puso histérico al hombre del Servicio Secreto. Rompió la hoja y tiró los trozos al suelo”.

Me gustaría poder decir una frase para todos aquellos que, en las dictaduras, todos los días, hasta hoy, son despojados de su dignidad.

Herta Müller,

En un discurso previo.

Contra la tiranía

Nació el 17 de agosto de 1953, en Nitzkydorf, Banat, Rumania.

? Su madre pasó cinco años en un campo de trabajo soviético. Por ello, Herta pudo describir con fidelidad el exilio de los alemanes de Rumania en la Unión Soviética, en su obra Atemschaukel (2009).

? Trabajó como traductora en una fábrica de maquinaria, entre 1977 y 1979. La despidieron cuando se negó a cooperar con la Policía Secreta y actuar como informante. Después del despido fue objeto de acoso por parte de la Securitate.

? Su primer libro publicado fue la colección de relatos En tierras bajas (1982), que fue censurada en Rumania. En el año 1987 emigró a Alemania, junto con su marido, el escritor Richard Wagner.

? En español están publicados La piel del zorro, Herztier y La bestia del corazón.

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