Manuel Rubio Sánchez (1975), anota que Frener llega a Guatemala luego de una serie de exitosos logros. Uno de ellos el de haber grabado la única medalla del artista Guiseppi Verdi, al que conoció personalmente.
El mismo investigador señala que sus primeros trabajos localizados en este país son un retrato del presidente Rafael Carrera, que se reprodujo en la imprenta La Paz y una litografía con la vista del Teatro de la Plaza Vieja, ambos en 1856. Además hay que tomar en cuenta el diseño de medallas conmemorativas y la grabación de monedas de curso legal.
Su firma llegó a quedar estampada en la moneda llamada pesos carrereños (emitidos en 1859), que llegó a circular incluso en Filipinas y China. Esto sin tomar en cuenta todas las otras monedas realizadas por él en su vasta carrera. Con el acuerdo celebrado el 19 de abril de 1860, Frener asume el puesto de grabador primero. Además, se le contrata como maestro de la escuela de dibujo, modelación y grabado.
Más adelante, en 1883, apunta Edna de Rodas (1970), propone junto a otras personas el establecimiento de una academia de pintura, grabado y modelación, que fue aprobada por el gobierno del general Barrios.
Las responsabilidades asumidas le permitieron acercarse desde ese momento a una generación de artistas que fueron fundamentales en el desarrollo de la cultura de ese periodo. Entre ellos Julián Falla, quien fue discípulo del grabador y pintor; Francisco Cabrera y, más directamente, el litógrafo Mateo Ayala, que también fue escultor, imaginero e integrador de adornos en oro y plata en libros y otras presentaciones de lujo.
Este último, según el Diario de Centro América, fue el encargado de tallar la lápida del artista suizo, pieza que se exhibe en el Museo Nacional de Historia.
Frener es autor de uno de los símbolos patrios más significativos para los guatemaltecos: el escudo nacional. Este fue adoptado por Justo Rufino Barrios, con el beneplácito del presidente Miguel García Granados, luego que el artista utilizara los elementos que lo componen como parte del decorado de un salón para la celebración de la Revolución del 30 de Junio de 1871.
A Frener radica se le atribuye una nueva sistematización de la enseñanza del grabado, del cual se señaló siempre su preferencia por el realizado en metal.
Aunque su trabajo conocido gira en torno a la creación directa bajo los servicios de la Casa de la Moneda, algunos autores como Ernesto Aguilar Chinchilla (1963), le atribuyen estatuas como los cuatro evangelistas del atrio de Catedral que fueron destruidos en los terremotos de Navidad (1917-1918). Estos, según diversos autores fueron esculpidos por el guatemalteco Cirilo Lara.