Fundamedios denunció la noche del martes que enfrenta un “proceso de disolución” dispuesto por el gobierno, que la acusó en el pasado de desviarse de sus fines y hacer oposición.
“Es menester una reacción firme de la comunidad internacional, especialmente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y de todos los gobiernos de la región, que no deberían permitir que se atropellen los principios básicos de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y de la Carta Democrática Interamericana” , señaló Mohme.
Fundamedios ha sido cercada “por este gobierno que ha encontrado todo tipo de artilugios legales y administrativos para amordazar a los críticos y a quienes denuncian las violaciones a los derechos humanos”, dijo de su lado Claudio Paolillo, encargado de libertad de prensa de la organización que reúne a dueños de medios del continente.
El presidente Rafael Correa, que mantiene una tirante relación con un sector de la prensa, ha cuestionado en varias oportunidades el sesgo opositor de Fundamedios.
La SIP suele criticar el “deterioro” de la libertad de expresión en Ecuador, mientras que Correa ha tachado a la organización de pertenecer al sector más “retrógrado” de la oligarquía.
Según la Secretaría Nacional de Comunicación (Secom) de Ecuador, tienen “la obligación de velar por el cumplimiento de los estatutos y demás actos administrativos” de más de un centenar de organizaciones que pertenecen a su ámbito de acción y “sin embargo, solo Fundamedios permanentemente ha inobservado la normativa vigente”.
El organismo subrayó que no ha sido su intención iniciar el proceso de disolución, por lo que el 23 de junio pidió a la oenegé que cumpliera “su propio estatuto”, en especial la prohibición de “ejercer asuntos de carácter político”.
“Ante la negativa de la organización de acatar este pedido, se inició el proceso correspondiente” , agregó la Secom.