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El espejo de Santa Rosa

La Laguna de Ayarza, en Santa Rosa,  se sitúa a menos de dos horas de la ciudad; sus cristalinas aguas invitan a quedarse un rato más.

Panorámica de la laguna de Ayarza ubicada en el departamento de Santa Rosa. (Foto: Hemeroteca PL)

Panorámica de la laguna de Ayarza ubicada en el departamento de Santa Rosa. (Foto: Hemeroteca PL)

Basta con dejarse contagiar del aire fresco y la vista de la laguna de Ayarza para recordar que la naturaleza es bondadosa con el ser humano.

Mirar las aguas transparentes que se mueven con un suave vaivén hace que por ese momento, por ese día, quede atrás el bullicio de la ciudad, el recuerdo de esas largas filas de carros que se mueven a vuelta de rueda.

Aquí sólo hay una vía lenta: los senderos. Sólo nos rebasa el viento que cruza entre los árboles. Caminar por los alrededores de este hermoso espejo de agua es como recorrer una redonda paleta de colores que conforme avanza el día se muestra azul, verde, turquesa.

Desde el lecho nos miran las piedras de colores. Esta laguna se ubica entre los municipios Casillas y San Rafael Las Flores, en el departamento de Santa Rosa, a 108 kilómetros de la ciudad capital. Se llega por carretera asfaltada hasta el desvío en la aldea Sabana Redonda, a dos kilómetros al norte de la cabecera municipal de San Rafael Las Flores. El trayecto asfaltado demora menos de dos horas. Del cruce a la laguna hay aproximadamente ocho kilómetros en camino de terracería.

Pinturas en la piedra

Este enorme cuerpo de agua ocupa una antigua caldera cerrada, probablemente de origen volcánico, formada por dos cuencas unidas. Calderas similares a ésta fueron el origen de lagos como Amatitlán y Atitlán. Éstas pueden originarse por la violenta explosión de un cono volcánico como el ocurrido en 1835 en el volcán Cosigüina, en Nicaragua. En Ayarza existían dos conos, lo cual puede ser la explicación a la existencia de las dos cuencas semicirculares.

La laguna ocupa un área aproximada de 14 kilómetros cuadrados y se ubica a mil 409 metros sobre el nivel del mar. Es una concavidad rodeada de firmes rocas que forman las inclinadas paredes del rededor.

Precisamente en una de esas laderas se encuentran unas pequeñas figuras rupestres, las cuales han sido analizadas por el arqueólogo Rafael Castillo, quien junto a dos compañeros de estudio investigaron la zona cuando eran estudiantes de arqueología de la Universidad de San Carlos y visitaron el sitio de las pinturas en 2003. Tan importantes pinturas han sido poco estudiadas y es difícil encontrar información sobre su origen.

El arqueólogo francés Sebastién Perrot-Minnot refiere que las pinturas de Ayarza fueron reportadas en 1936 por Edith Ricketson. Los trazos denotan un estilo de “mixteca-puebla”, que data aproximadamente del periodo entre 900 y mil 200 d. C. Representan glifos del calendario ritual, símbolos, dioses y personajes.

Además, unos 20 sitios prehispánicos, la mayoría de periodo postclásico, han sido reportados en la zona de Ayarza.
También es probable que en los alrededores de la laguna se encuentre un yacimiento de obsidiana, piedra utilizada por los habitantes prehispánicos para elaborar objetos cortantes, aunque tal posibilidad tampoco ha sido estudiada a fondo.

Con esta información es fácil imaginar a los antiquísimos pobladores disfrutando de los beneficios del agua, por ejemplo, de los peces que hay en ella, tal como lo hacen algunos pobladores en la actualidad. Para ellos es de buena suerte nadar en la laguna. Ha de ser cierto porque se necesita mucha precaución debido a que es bastante profunda (probablemente unos 300 metros). Si alguien se aventura a meterse debe ser un nadador experto y temerario.

Es mejor disfrutar la vista, descansar, acampar si se quiere, para que en la mañana sea posible dejar que el agradable clima rodee el cuerpo y llene los pulmones de bienestar.

Como llegar

La laguna de Ayarza se ubica entre los municipio de Casillas y San Rafael Las Flores, Santa Rosa, a 108 kilómetros de la capital.  Se puede tomar la carretera que de Guatemala conduce a Barberena y pasar por los municipios de Santa Rosa de Lima, Nueva Santa Rosa y Casillas, hasta llegar a la aldea Sabana Redonda.

Otra ruta es la que lleva de Fraijanes al cruce de Casillas; todo el trayecto está asfaltado y es más corto. Ésta llega hasta una gasolinera en Santa Rosa de Lima. Es recomendable llevar carro de doble tracción. De la carretera asfaltada a la laguna son ocho kilómetros en camino de tierra.  Para llegar a la orilla de la laguna debe dejar su carro en un parqueo. No es recomendable nadar en la laguna si no es experto.

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