En diciembre del pasado año, había unos 1,15 millones de niños afectados por la crisis siria dentro del país y unos 232 mil refugiados en países vecinos; mientras que en la actualidad estas cifras se han multiplicado hasta los 4.3 millones de niños desplazados internos y 1.2 millones refugiados.
“A medida que bajan las temperaturas y comienza la temporada de lluvias; los niños menores de cinco años son especialmente susceptibles a enfermedades como infecciones respiratorias agudas, que se expanden rápidamente en aglomeraciones de gente” , indicó Mercado.
En la actualidad, hay más de 436 mil niños sirios menores de cinco años refugiados en Líbano, Jordania, Irak, Turquía y el norte de frica, en campos de refugiados o asentamientos informales.
Desde Unicef alertaron de que la situación de unos 400 mil niños en Líbano es especialmente precaria, ya que viven en asentamientos de tiendas de campaña ubicados en zonas propensas a inundaciones, lo que aumenta la exposición a enfermedades que se transmiten con facilidad por el agua, como la diarrea o el cólera.