Maydelín Herrera forma parte del programa desde los siete años. A corta edad perdió relación con su madre, por lo que sus abuelos se hicieron cargo de ella y sus tres hermanos. Uno de los principales problemas de su familia era la falta de recursos económicos, ya que solamente su abuelo era quien trabajaba y, por lo tanto, quien podía contribuir económicamente en el hogar. Esto hacía casi imposible que pudieran pagar colegiaturas de los cuatro nietos.
“La falta de recursos económicos siempre estuvo presente en mi casa, por lo que pensé en varias ocasiones que no podría continuar mis estudios y cumplir mis sueños”, dice la joven de 17 años.
Ese temor terminó cuando al centro educativo en el que estudiaba la primaria llegó la oportunidad de apadrinamiento de Good Neighbors. Sus dos hermanas mayores fueron las primeras en formar parte del programa, luego ella y su hermano menor.
Debido a su excelente rendimiento escolar, Maydelín ganó una beca completa con la que además de recibir el apoyo económico para pagar las colegiaturas cada mes, le brindan apoyo con una canasta básica para ella y su familia.
Durante estos últimos 10 años, la joven, quien estudia su primer año de secretariado bilingüe, ha aprendido que todos los sueños se pueden cumplir, por lo que desea convertirse en maestra de idiomas para ayudar a más niños a tener mejores oportunidades en el futuro. Le gustaría aprender inglés y mandarín, así como ser una gran escritora.
Corredor de carreras
Wilber Sitán es un joven soñador, con ganas de salir adelante. Desea ser un empresario que ofrezca muchos empleos y así, ayudar a más personas a tener mejores oportunidades. Vive con sus padres y sus dos hermanos menores. Se considera una persona muy hogareña, le gusta compartir tiempo con su familia. “Mi mayor deseo es ser un ejemplo para mis hermanos y así motivarlos a salir adelante y que logren cumplir todas las metas que se propongan”, señala.
Al igual que Madelín, formó parte de Good Neighbors Guatemala desde los siete años, debido a problemas económicos. Con los programas ha recibido apoyo con mensualidades académicas, útiles escolares y uniformes. Además, cuenta con una beca completa que lo ayudará a culminar su carrera de perito contador.
Al inicio de la pandemia el temor de Wilber era no poder continuar con sus estudios debido a la falta de internet en su hogar y así perder la ayuda que ha tenido desde hace diez años. Sin embargo, el apoyo aumentó y recibió datos para continuar sus clases en línea.
El joven de 17 años es multifacético, siente gran atracción por los carros y sueña con ser piloto de carreras; al mismo tiempo toca la batería. Actualmente, forma parte de un grupo musical de la iglesia a la que pertenece. “Con mis compañeros queremos darnos a conocer y convertirnos en un grupo exitoso a nivel internacional”, destaca.
“La lección de vida que he tenido es que luchemos por nuestros sueños, porque cada uno cuenta. Miremos siempre hacia el futuro y ayudemos a más jóvenes a que se superen para alcanzar lo que deseen”, enfatiza.
Acerca del programa
Good Neighbors tiene 12 años en Guatemala. Conscientes de que la juventud es el presente y futuro del país, apoyan con diferentes programas sociales a las comunidades de escasos recursos. Con la campaña “Apadrina” buscan recaudar fondos para que más jóvenes puedan continuar sus estudios.