Recuerdo cuando compartíamos fraternalmente, en casa de mi tío Juan Luis y con Ricardo Mellón, sobre tus proyectos para Guatemala. En ese entonces eras ministro de Educación. Han pasado 40 años. La madurez, experiencia y visión fueron determinantes para que ocuparas temporalmente la silla vacía, mientras asumes la primera magistratura. ¡Qué desafío!
Recientemente el alcalde Arzú trajo un contingente de 400 personas "voluntarias", "trabajadores sin sueldo" de su municipalidad. Como dijeran las abuelitas, cómo no, Chón, desde cuándo tan buena "onda" los trabajadores municipales de Guatemala en su día libre, venir a sudar sin goce de sueldo, además de buses para transportar a estos 400 empleados, combustible, cisternas y limpiadoras, así como pinturita para los bordillos. Y la arquitecta, eterna candidata por nueve años consecutivos, tratando de ganar adeptos con el respaldo de su tutor y mentor, Arzú.
Estamos estancados en el pantano de la inseguridad, la salud y la educación. La ley fiscal no va a cuajar, la ley de desarrollo rural (¿?). Ya en dos años estaremos nuevamente frente a mil millonarias campañas políticas, plasmadas de ofrecimientos, "proyectos" y promesas.
Aproximadamente hace 12 años fui nombrado representante del centro mundial para la paz de Israel para toda América Latina, por la entonces directora mundial de dicho centro en Israel, Deborah Gannani. Función que considero un alto privilegio el habérseme nombrado para tan alta representación.