En su búsqueda de revolucionar el sector de la construcción, Progreso aceptó el reto de edificar imediante una impresora 3D de concreto, lo que dio lugar a la elaboración de su prototipo “Alpha”, de 49 metros cuadrados, impreso en un ambiente real, no controlado.

Su arquitectura fue diseñada tomando en cuenta el área mínima de la vivienda en el país (entre 40 y 50 metros cuadrados).

El proyecto de la impresión 3D de concreto empezó en Progreso hace cinco años, paralelo a la creación de Progreso X, la aceleradora corporativa que busca innovar de forma colaborativa entre Progreso, startups y su ecosistema.

Fue así como en 2019 surgió el programa Exponential Changemakers (ECM), impulsado por Progreso X. En cada edición se han trabajado varios proyectos piloto y en 2022 se profundizó en nuevos sistemas constructivos, como la impresión 3D y otros.

El prototipo “Alpha” es resultado de la estrecha colaboración entre la aceleradora corporativa Progreso X, el Centro de Investigación y Desarrollo de Progreso (CID) y la startup 3DCP Group, de Dinamarca.

La impresora 3D que presenta Progreso funciona a través de la colocación de capas horizontales de tinta sobrepuestas de tinta, sin la necesidad de utilizar moldes, manteniendo la integridad de las capas, garantizando una excelente adherencia entre ellas.

Se trata de una impresora 3D BOD-2 tipo “Gantry”, única en su clase en Guatemala y la región, que dosifica y coloca el concreto con precisión, según la programación del modelo 3D y G-CODE con que se cuente. Permite colocar capas de concreto que se superponen sucesivamente, construyendo elementos y estructuras de forma progresiva.

Investigación, innovación y disrupción 

Plinio Estuardo Herrera, Gerente de Investigación y Desarrollo de Progreso, comenta que las investigaciones empezaron a pequeña escala, con una impresora de escritorio.

En 2022 se adquirió la impresora de escala real. Como parte de las pruebas iniciales, se imprimieron muros de un módulo de vivienda mínimo de 39 metros cuadrados, dentro de una bodega en las instalaciones La Pedrera, en zona 6,  bajo condiciones ambientales controladas.

Un componente vital para el correcto funcionamiento de la tecnología ha sido la investigación de la tinta o material de impresión, que finalmente es la especialidad de Progreso. Es claro que no es posible imprimir un elemento o un módulo de vivienda con cualquier material, este debe diseñarse adecuadamente para cumplir con los requerimientos de la construcción, explica Herrera.

“No es posible desarrollar el mejor producto sin contar con el equipo adecuado para imprimir”, agrega Gabriela Rodas, Gerente de Progreso X.

El futuro de la construcción es liderado por Progreso

“La impresión 3D está cambiando las reglas del juego en la industria del diseño y la construcción en el mundo. Implementar estas innovaciones tecnológicas en sistemas constructivos y liderar este cambio en Guatemala y la región, nos genera mucho entusiasmo hacia el trabajo que hacemos y fomenta en nuestra cultura organizacional la innovación como una de sus principales competencias”, afirma Herrera.

Con esta primera impresora se han realizado piezas que van desde pequeños elementos de mobiliario urbano, hasta módulos de mayor tamaño, como paradas de autobús. y de vivienda mínima como se ha indicado anteriormente.

La adquisición de la primera impresora 3D, marca COBOD, es la de mayor participación en el mercado con proyectos comprobables, indica Manuel Ovalle, asesor técnico del CID. El proyecto representa un avance de Progreso en la búsqueda de mejores soluciones al futuro de la construcción.

“Progreso está liderando el cambio hacia la impresión 3D con la instalación y aprendizaje sobre la tinta de impresión, aplicándola en nuevos prototipos y sistemas constructivos”, Gabriela Rodas, Gerente de Progreso X.