Hace veinte años, Universales decidió crear un reconocimiento que visibilizara las historias de guatemaltecos que inspiran desde diferentes trincheras. Así nació el Galardón Guatemaltecos Ilustres, que este año llegó a su vigésima edición con una ceremonia cargada de recuerdos y nuevos sueños.

En esta ocasión, siete guatemaltecos recibieron la distinción en distintas categorías. Miloska Ramos, en la social, fue reconocida por empoderar a mujeres y comunidades vulnerables a través del boxeo. En la deportiva, Amapola Arimany fue distinguida por su convicción de que el deporte es un motor de transformación. En el ámbito científico, Fredy Archila destacó por su dedicación al estudio y conservación de especies en peligro.

El mundo empresarial tuvo como protagonista a Sergio Díaz, quien ha revolucionado la gastronomía guatemalteca con un enfoque innovador y sostenible. En la categoría artística, Jessica Pérez Espinoza fue premiada por promover la literatura infantil y juvenil con identidad cultural. El público, con su voto masivo, eligió a Óscar Morales Cuéllar, un ejemplo de innovación tecnológica y educación digital. Finalmente, la distinción de Guatemalteca Ilustre Orator 2025 fue para Yucely Beb Caal, ingeniera en mecatrónica e investigadora en robótica aplicada a la detección temprana de cáncer.

Cada uno de los homenajeados recibió un tejido especial elaborado para la ocasión, un símbolo que representa la unión de más de 150 guatemaltecos que, a lo largo de dos décadas, han sido distinguidos con este galardón. “Celebrar dos décadas del Galardón Guatemaltecos Ilustres es reconocer que el talento, la dedicación y los valores de nuestra gente son la fuerza que impulsa a Guatemala”, expresó Mario Tello, Gerente de Mercadeo en Universales.

Un espacio para el talento joven

La celebración de Universales no se detuvo ahí. La “Convivencia por el Futuro 2025” se convirtió en un espacio de inspiración para los 40 estudiantes ganadores de la XXXVIII Olimpíada Nacional de Ciencias. Jóvenes de nivel básico y diversificado fueron homenajeados por su esfuerzo en disciplinas como Matemáticas, Física, Química, Biología y Ciencias Naturales.

El reconocimiento más significativo llegó para los cuatro primeros lugares de nivel diversificado, quienes, además de recibir medallas de oro, obtuvieron la oportunidad de viajar a Inglaterra para conocer universidades de prestigio mundial como Oxford y Cambridge. Un premio que abre horizontes y demuestra que la excelencia académica puede trascender fronteras.

Uno de los momentos más emotivos de la jornada fue la participación de Yucely Beb Caal, quien no solo brilló como Guatemalteca Ilustre Orator 2025, sino que también compartió su testimonio con los estudiantes. Desde sus inicios en Alta Verapaz hasta sus investigaciones actuales en inteligencia artificial aplicada a la salud, su historia se convirtió en un faro para quienes sueñan con transformar el país desde la ciencia.

Encuentro entre generaciones

La Convivencia por el Futuro se convirtió en un puente entre quienes ya dejaron una huella y quienes comienzan a escribir su historia. Los jóvenes compartieron con los galardonados 2025 del reconocimiento Guatemaltecos Ilustres. Miloska Ramos habló de cómo la disciplina en el deporte puede cambiar destinos. Amapola Arimany motivó a ver el deporte como una herramienta social. Fredy Archila mostró que la ciencia es también un acto de amor hacia la naturaleza. Sergio Díaz transmitió la importancia de rescatar la identidad a través de la gastronomía. Jessica Pérez Espinoza destacó el poder de la literatura para formar valores, mientras que Óscar Morales Cuéllar inspiró a creer en la tecnología como una vía para democratizar la educación.

Cada testimonio confirmó que la excelencia no se limita a un campo específico, sino que puede florecer en distintos ámbitos cuando hay pasión, entrega y compromiso con el país. Universales demostró que la unión de ambos eventos no es casualidad, sino una apuesta consciente por conectar la experiencia con la juventud. El homenaje a quienes ya han impactado a Guatemala se complementó con el reconocimiento a los estudiantes que representan el futuro.

Inspirar hoy, construir mañana

“Cuando vemos a estos jóvenes, comprendemos que el futuro de Guatemala está en buenas manos. La Convivencia por el Futuro no solo celebra un logro académico, sino que enciende en ellos la certeza de que sus sueños pueden convertirse en realidades que transformen al país”, afirmó Mario Tello.

Yucely Beb Caal, reconocida como Guatemalteca Ilustre Orator 2025, se ha convertido en un referente de la ciencia y la innovación tecnológica en Guatemala. Nacida en Alta Verapaz, su trayectoria ha estado marcada por la perseverancia y la pasión por transformar la vida de las personas a través de la ingeniería mecatrónica y la robótica. Sus investigaciones en visión por computadora e inteligencia artificial aplicada a la salud han tenido como eje central la detección temprana del cáncer, un aporte que no solo la posiciona como una de las voces más prometedoras de la ciencia nacional, sino que también abre caminos para que más jóvenes se inspiren en su ejemplo.

Durante la Convivencia por el Futuro 2025, Yucely compartió su experiencia con los 40 estudiantes ganadores de la Olimpíada Nacional de Ciencias, convirtiéndose en una inspiración cercana para las nuevas generaciones. Con humildad y determinación, recordó a los jóvenes que los sueños no tienen límites cuando se acompañan de disciplina y pasión. Su historia refleja que la excelencia científica no está reservada a unos pocos, sino que puede surgir en cualquier rincón de Guatemala y trascender fronteras, siempre con la convicción de regresar ese conocimiento al país para contribuir a su desarrollo.

La jornada cerró con la convicción de que Guatemala tiene presente y futuro. Presente en los guatemaltecos ilustres que ya han demostrado que el esfuerzo da frutos, y futuro en los estudiantes que, con apoyo y motivación, serán los próximos protagonistas de la historia.

En esta doble celebración, Universales unió pasado, presente y futuro en un mismo tejido simbólico. Un tejido formado por historias de éxito, disciplina y sueños que, al entrelazarse, recuerdan que Guatemala es un país capaz de brillar dentro y fuera de sus fronteras.