Con flores, velas, sombreros tradicionales e incienso, miles de católicos hacen largas filas para participar en la misa o venerar la imagen del Cristo Negro, cuya imagen cumple 428 años de haber sido llevada a ese lugar, actividades que el año pasado no se efectuaron debido a la pandemia; sin embargo, este año la Basílica abrió sus puertas, pero para entrar se deben cumplir rigurosos protocolos de bioseguridad.
Se informó que de 12 mil personas que tiene capacidad la Basílica, este año solo se permite que 425 se sitúen en bancas, divididos de cuatro en cuatro.
“Para la Iglesia volver a la normalidad poco a poco significa volver a vivir nuestra fe, volver a congregarnos, volver a celebrar a Cristo”, comentó el sacerdote Édgar Martínez Solís, encargado del protocolo de atención al peregrino de la Basílica de Esquipulas.
“Tener este 15 de enero las puertas abiertas -de la Basílica- para nosotros significa que la Iglesia recibe a todos. La Iglesia es nuestra madre, somos de una misma familia así que Cristo mismo nos llama a entrar en la Iglesia, a congregarnos, a reunirnos y especialmente en el santuario de Esquipulas que ha sido el centro de todas las peregrinaciones de Centroamérica”, añadió Martínez.
Para la media noche se tiene previsto que se celebre una misa, aunque se sabe que las autoridades de la Basílica piden a los fieles seguirla por las redes sociales, para evitar aglomeraciones en el templo.
Peregrinaciones
Integrantes de la comunidad Maya q’eqchi de la aldea Plan Grande, Quehueche, Lívingston, Izabal, viajaron a Esquipulas para donar una imagen de un Cristo Negro de casi tres metros, pues aseguran que es el patrono de su pueblo y que al igual que en Esquipulas también lo conmemoran cada 15 de enero.
Ellos caminaron, navegaron cerca de 45 minutos y recorrieron otras seis horas en autobús para llevar la imagen hasta la Basílica.
“Caminamos, navegamos y recorrimos más de 325 kilómetros”, dijo Pedro Tení, integrante de la comunidad Maya q’eqchi de la aldea Plan Grande, Quehueche, Lívingston, Izabal, quien agregó que en total 80 personas componen la peregrinación.
Inocencio Méndez López, un peregrino que viajó desde San Sebastián Abasolo, Oaxaca, México, comentó que Salió de su pueblo junto con su familia desde hace tres días para llegar a venerar al Cristo Negro de Esquipulas.
Recuerda que es la segunda vez que visita Esquipulas y que en esta oportunidad busca inculcar esa tradición en las nuevas generaciones.
Añadió que la peregrinación en la que llegó está compuesta por 35 personas, quienes llevan como ofrenda velas y flores y le imploran salud para el todo el mundo.
Pobladores de La Tinta, Alta Verapaz, también llegaron a Esquipulas, quienes llegaron a pedir bendición para la familia, como lo hacen cada año, según Marvin Alberto Chol.
Jorge Mario Lara, procedente de Puerto Barrios, Izabal, dijo que llego en representación de muchos vecinos que no pudieron viajar, pero que gracias a su apoyo reunieron fondos para comprar arreglos florales.
Agregó que desde hace 20 años hacen la peregrinación, la cual cumplen luego de recorren por lo menos cinco horas. Agregó que el hecho de que se haya abierto la Basílica es producto “del milagro del Señor de Esquipulas”.
En alerta naranja
Esquipulas actualmente se encuentra en alerta naranja epidemióloga y de acuerdo con datos del Ministerio de Salud, el municipio registra 2 dos mil 31 casos de covid-19, con una incidencia de 3 mil 644.8 casos por cada 100 mil habitantes. Además, reporta 45 fallecidos
El 12 de enero última, Odilia Ramos, coordinadora interina del Distrito de Salud de Esquipulas, informó sobre el primer caso de la variante ómicron y pidió a la población a no bajar la guardia e incrementar las medidas de prevención, debido lo contagioso que suele ser esa cepa.
Con una población de 55 mil 723, el 67.3% está vacunada con una dosis y, según Salud, esto equivale a 28 mil 126 personas.
