El costo de los trabajos será de Q5 millones 64 mil 965, con fondos de la Municipalidad.

Rodas añadió que luego de los análisis correspondientes se decidió utilizar una mezcla resistente de asfalto reciclado, “que es más resistente que el convencional”.

Agregó que los trabajos en el Anillo Periférico serán similares a los del bulevar Liberación, donde se cambiaron mil 450 metros de asfalto a un costo de Q9 millones 973 mil 375, desde los puentes gemelos, zona 8, hasta el viaducto Tecún Umán, zona 13.

El funcionario edil dijo que este era uno de los lugares más dañados en la ciudad, aunque algunos automovilistas consideran que se debería hacer el mismo tipo de trabajo en otros sectores muy transitados.

Mezcla es importante

Según Darío Lucas, experto de la Universidad de San Carlos, para que el asfalto  soporte varios años se debe colocar uno “modificado”, mediante estudios de laboratorio, y una mezcla de materiales resistentes.

“No es solo de componer y echar el asfalto. Para que este tenga mejor resistencia se debe efectuar un análisis para lograr que el diseño de la mezcla sea resistente. Un asfalto puede tener cinco centímetros de espesor, que es delgado, pero si es modificado durará por mucho tiempo”, explicó Lucas.

Añadió que en el bulevar Liberación, desde el Reloj de Flores hacia el viaducto Tecún Umán, en dirección a los museos, se puede observar un asfalto modificado, que no presenta mayores daños y no ha sido reemplazado.

Para el arquitecto José María Magaña, la colocación de básculas no es necesaria para controlar el peso de los vehículos de carga.

“Si se trata del Anillo Periférico, lo único que habría que tener en consideración es si el asfalto se ajustará al peso de cientos de camiones que pasan a diario en esa vía”, indicó.

Magaña agregó: “No es lo mismo el asfalto de una calle común al de una ruta principal de traslado de mercadería. Las básculas están de más, si se supone que ya es una pista para cierto transporte”.

Historia de obra ambiciosa

En 1970, el Anillo Periférico era uno de los proyectos más ambiciosos de la comuna capitalina y una de las obras más sorprendentes, junto con las calzadas Raúl Aguilar Batres y Roosevelt.

La segunda fase del Anillo Periférico, que nunca se construyó, constaría de siete kilómetros con 700 metros, los cuales se extenderían por la avenida Petapa, zona 12, por la colonia Lomas de Pamplona y por los terrenos donde ahora se encuentra el Instituto Adolfo V.  Hall, ambos en la zona 13.

En la actualidad, lo que fue uno de los proyectos más ambiciosos de la capital, pues fue una solución al tránsito vial de la época, se ha convertido   casi en pesadilla para muchos automovilistas, debido a los atascos que se forman en la entrada a la Universidad de San Carlos, el ingreso a las calzadas San Juan y Roosevelt y en la salida y entrada al Anillo Periférico por la zona 1.

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