Macario Escobar, jefe de la PNC de Jutiapa, informó que los primeros detalles que se tienen establecen que Héctor Godoy, padre del niño, es el propietario del arma con la que este disparó contra las menores.
Agregó que familiares de Godoy confirmaron que luego de la tragedia, este levantó la pistola y se llevó al niño, supuestamente hacia El Salvador, pues a unos cinco kilómetros de la casa de este hay un paso ciego hacia el país vecino.
Relato de tragedia
Marisol Godoy relató a investigadores de la PNC que el día de la tragedia encontraron el arma bajo la almohada de la cama del cuarto de sus padres y su hermano la sacó al patio.
“Le dije al nene que dejara la pistola, pero él contestó que nos iba a matar y luego disparó cuatro veces. Yo sentí algo caliente en la mano izquierda y luego vimos cuando Iris cayó y por eso le grité a mi mamá”, narró la menor.
Añadió que su madre y sus tíos llegaron a ver lo que ocurría, pero su hermano ya había tirado la pistola al suelo y se encerró en la casa.
Agentes de la Policía llegaron al lugar de la tragedia y fueron informados de que Godoy se llevó a su hijo y el arma.
Hallan vehículos
El jefe policial de Jutiapa señaló que ayer efectuaron un allanamiento en la casa de la familia Godoy con el objetivo de buscar el arma homicida y algunas evidencias que permitan aportar más detalles a la investigación, pero no encontraron nada.
Puntualizó que en la casa hallaron dos vehículos con reporte de robo. El primero es el picop placas P091DVD, robado el 30 de abril del 2012 en Antigua Guatemala, Sacatepéquez, y el otro, un automóvil azul, sin placas, hurtado el 17 de enero del 2012 en la capital.
Vecinos de la comunidad informaron que Godoy conducía varios vehículos a su casa, pero que por las noches los llevaba hacia El Salvador, de donde regresaba con automotores diferentes.
El caserío Las Aradas se halla a cinco kilómetros de El Salvador, y para llegar allí hay un camino de terracería en la cual no hay vigilancia.
Vecinos reportaron que durante la noche circula gran cantidad de autos de modelo reciente, que posiblemente son robados o tienen vínculos con el crimen organizado.
Repudian tragedia
Víctor Ruano, párroco de Jutiapa, dijo que la sociedad se ha degenerado tanto por la violencia, que los niños ven como algo natural que maten a una persona.
Agregó que los pequeños se acostumbran a ver a su padres con pistola en la mano, por lo que llegan a formarse la idea equivocada de que para ser hombres deben tener un arma.
El vecino Iván Cortez expuso que en las aldeas hay poca o nula vigilancia policial y por eso hay mucha violencia y los ataques armados quedan impunes.
Patricia López, otra pobladora, criticó la manera en la que padres de familia dejan armas al alcance de los niños, sobre todo si están cargadas.
