Los ríos Bolas, Tzununá, Ocosito e Ixpatz también reciben aguas servidas y otros contaminantes en los sitios que pasan antes de cruzar el área urbana de la cabecera retalteca.
La acumulación de basura es más dañina durante la época de lluvia, pues se acumula y causa inundaciones, señalaron residentes preocupados.
La vecina Amparo Reynoso expuso que hay muchas personas que tiran la basura en los ríos sin pensar en el daño que ocasionan a las familias que viven en las áreas bajas del departamento, que son las que más sufren durante la época de lluvia.
Pagan a indigentes
Reynoso expresó que estos malos vecinos no tiran personalmente la basura, lo que hacen es pagar de Q2 o Q3 a alcohólicos e indigentes para que se deshagan de los desechos, y estos no buscan vertederos autorizados, sino los lanza al río.
Añadió que estos vecinos irresponsables no quieren pagar los Q15 que cuesta el servicio de tren de aseo municipal, que pasa una vez por semana en cada vecindario.
El jefe de la sección de Epidemiología del Área de Salud, Romeo Guerra, indicó que la acumulación de basura genera brote de insectos y malos olores perjudiciales para la salud, en especial de la gente que habita en las riberas.
“Esta práctica es debido a la falta de educación de las personas, que en lugar de pagar el tren de aseo prefieren darles menos dinero a los indigentes, que luego botan la basura en los ríos cercanos”, señaló Guerra.
Julio Quintanilla, delegado de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres, expresó que cada invierno se desbordan esos ríos por las toneladas de desechos que botan las personas en esta época, ya que impide que el agua corra.
Señaló que para evitar que la gente lanzara basura a los ríos desde los puentes, la comuna colocó mallas en el entorno de estos, pero ahora la vierten en las cercanías de estos.
medidas sin resultados
El alcalde José Luis Galindo expuso que ha tratado de que los vecinos no boten la basura en los ríos, pero no lo ha logrado.
Relató que una de las soluciones que presentó fue cobrar el servicio del tren de aseo —Q15— en el mismo recibo del agua domiciliar, lo que evitaría que la gente busque ahorrarse unos quetzales al pagar a los indigentes para deshacerse de esta, pero no tuvo eco.
“Se buscó consenso, pero al parecer a la población no le gusta invertir en procesar correctamente los desechos”, dijo.
Contó que la comuna invierte Q60 mil mensuales en la recolección de desechos, y utiliza varias cuadrillas de trabajadores para esta función.
También paga Q10 mil mensuales a la Asociación de Vecinos Retaltecos para que se recolecte basura en el área urbana.
Sin embargo, el funcionario, quien cumple su segundo período en este cargo, admitió que no cuenta con un proyecto a corto plazo para mejorar la red de recolección de desechos, y tampoco se prevé la construcción de una planta de tratamiento para estos.
