A pesar de que es la vía más utilizada para llegar al Lago de Atitlán, el tercer destino turístico del país, no se ha planificado reconstrucción de las áreas consideradas más peligrosas, lo cual desestimula al turismo, una de las principales fuentes de ingresos para los pobladores del área, agregó Queché.

Santos Vásquez, directivo de Comité de Autogestión Turística de Panajachel, informó que aunque se hagan campañas para prevenir sobre lo peligroso de la ruta, no existe ningún plan para la ejecución de trabajos que garanticen que no hay peligro en el viaje a los sitios recreativos.

Afirmó que se ha invertido mucho en publicidad sobre que la carretera está en buenas condiciones, pero a diario es necesario llamar para indagar si hay paso, debido a los constantes deslizamientos.

Las pérdidas para el sector turístico son cuantiosas, ya que muchos grupos cancelan sus reservaciones al enterarse de los inconvenientes en la ruta. Esta situación ha ocasionado que varios restaurantes y hoteles hayan tenido que despedir personal.

Édgar Rodas, jefe regional de la Unidad Ejecutora de Conservación Vial, dijo que los ocho kilómetros entre la cabecera y Panajachel son considerados de alto riesgo, debido a la topografía del área, e incluso, según estudios efectuados por la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres y otras instituciones, se han focalizado 72 puntos donde en cualquier momento pueden ocurrir deslaves.

Agregó que en ese sitio ya hay maquinaria para remover varias toneladas de tierra y piedras, a fin de despejar un carril para que puedan circular los vehículos.

Posteriormente se iniciará la construcción de un muro de contención de 20 metros de largo por cinco de altura, lo que permitirá habilitar los dos carriles de la ruta, afirmó Rodas.

Elena Yojcom, gobernadora, informó que con el Ministerio de Comunicaciones buscan la forma de resolver el problema.