El periódico Financial Times informó del interés por una participación en el serial que tienen el propietario de los Dolphins, RSE Ventures, y el fondo Qatar Sports Investments, propietario del club París Saint-Germain.
El periódico informó que ambos quieren comprar 35,5% de la compañía que posee la Fórmula Uno en un acuerdo por valor de entre 7.000 y 8.000 millones de dólares. La compra se haría a fondo de inversión CVC Capital Partners, que es el mayor accionista y controlador de la F1.
Una inversión catarí en el glamoroso y lucrativo mundo de la F1 correspondería con su estrategia de largo plazo de usar a importantes marcas deportivas para elevar el perfil del rico emirato del Golfo Pérsico.
El mejor ejemplo de eso es la candidatura de Catar a la organización de la Copa del Mundo de 2022 aunque en ese caso la mayoría de los comentarios han sido negativos debido, entre otras cosas, a las condiciones en que trabajan los inmigrantes a cargo de las obras.
En una entrevista que el ministro de Deportes de Catar, Salah bin Ghanem bin Nasser al-Alí, dio en noviembre a la AP, dejó en claro que ese país piensa seguir invirtiendo en esas actividades.
“Tenemos un equipo especial para las inversiones”, dijo. “Son buenos empresarios, están aprendiendo y mejorando. Indagan todas las oportunidades en Estados Unidos, en Inglaterra y en todos lados”.
Bernie Ecclestone, el cerebro que ha dirigido el crecimiento comercial y éxito financiero de la F1, confirmó que tres o cuatro personas negocian con CVC.
“No sé qué tan avanzadas estén las cosas en este momento. Si deciden vender tendrán que avisarme porque soy accionista”, dijo Ecclestone el pasado fin de semana durante el Gran Premio de Austria de acuerdo con la agencia noticiosa Press Association.
“El negocio de CVC es comprar y vender empresas”, dijo Ecclestone. “Están contentos con la F1 pero su negocio es vender y todo tiene un precio”.
