“Probablemente sea el partido más especial que jamás vaya a jugar porque sé que mi hija estará viendo”, dijo el jugador que llegó de la universidad Penn State hace tres años.
“Todo el dinero que se ha recaudado para investigación sobre el cáncer es fruto de su fuerza y porque ha combatido a la enfermedad. Así que definitivamente va a ser un momento emotivo para mí”.
Los Bengals (5-2-1) ayudaron a Still y su hija al permitirle no acudir a las actividades de pretemporada para que pudieran estar juntos en Filadelfia. Al principio de la campaña lo mantuvieron en la escuadra de prácticas, aunque estaba lesionado, para que contara con seguro médico.
El club también ayudó a recaudar dinero para el tratamiento e investigación de cáncer pediátrico al donar el dinero producto de las ventas de su camiseta con el número 75 al hospital infantil de Cincinnati. El equipo entregará un cheque de más de un millón de dólares en el campo cuando termine el primer periodo del partido contra los Browns (5-3).
“Habrá una motivación extra al saber que mi hija está viéndome”, dijo Still. “Quiero que escuche el sonido de la multitud cuando haga una tacleada, así que saldrá a hacer todo lo que pueda para que ella sonría”.