El mes pasado, Gordon, de 29 años de edad, tuvo otro revés en su recuperación del abuso de sustancias cuando se acercaba a su regreso al campo después de una suspensión de un año.
En ese tiempo, una fuente indicó que Gordon lidiaba con la realidad de que tal vez nunca más se le permitiría jugar en la NFL, ya que durante todo el proceso de su reincorporación de esa suspensión, las indicaciones eran que probablemente esta era su última falla.
La liga suspendió a Gordon indefinidamente en diciembre de 2019 por violaciones de sus políticas sobre sustancias de abuso y sustancias que mejoran el rendimiento.
Era la sexta suspensión de Gordon desde la temporada 2013 y la quinta por alguna forma de abuso de sustancias.
Gordon fue restituido condicionalmente por la NFL el mes pasado y estaba listo para practicar con los Seahawks en la semana 16.
Incluso, el entrenador en jefe Pete Carroll dijo que Gordon tenía la oportunidad de jugar ese domingo contra los Rams de Los Angeles.
Pero un día antes de lo que habría sido la primera práctica oficial de Gordon en un año, la NFL lo envió a la lista de exentos del comisionado después de considerar que no había cumplido con los términos de su reinstalación condicional.
A Gordon se le permitió regresar a la sede de los Seahawks el 9 de diciembre después de completar sus pruebas de covid-19. Ese día tuiteó que estaba “muy emocionado de estar de vuelta con la familia”.
Cuando se detuvo la oferta de regreso de Gordon, Carroll dijo que no se le permitió comentar sobre ningún detalle de la situación del receptor, incluida la naturaleza de su revés.
Gordon firmó un contrato por un año con los Seahawks antes de la temporada pasada. Se convertiría en agente libre si la NFL lo reincorpora nuevamente. EFE
