Deporte Nacional

Mario Pacay es el hijo del Xucaneb  

Acostumbrado a vivir a más de mil 800 metros sobre el nivel del mar, en la aldea San Pablo Xucaneb, el atleta juvenil cobanero Mario Pacay se tomó un tiempo para disfrutar con su familia y amigos, luego de imponer la mejor marca mundial del año  en los 10  mil metros planos de la categoría Sub 20, en la competencia sostenida  en Estados Unidos.

El atleta Mario Pacay se tomó un tiempo para disfrutar en su aldea San Pablo Xucaneb, donde aprovechó para disfrutar con su familia. (Foto Prensa Libre: Eduardo Sam Chun)

El atleta Mario Pacay se tomó un tiempo para disfrutar en su aldea San Pablo Xucaneb, donde aprovechó para disfrutar con su familia. (Foto Prensa Libre: Eduardo Sam Chun)

 Para llegar a San Pablo Xucaneb, que se caracteriza por su clima templado, hay que ascender varias cuestas,   las que Pacay ha entrenado desde que aspiró a  un atleta de alto nivel. Incluso los vehículos desmayan por lo empinado del recorrido, lo que no le sucede gracias a su entusiasmo que demuestra con una sonrisa constante, ya que tiene claro su objetivo: destacar a nivel mundial en el atletismo.

Junto a dos de sus seis hermanos, desde muy pequeño Pacay recorrió senderos, sembradíos y cuestas del cerro sagrado y más alto de Alta Verapaz,  a dos mil 30 metros sobre el nivel del mar, desde el cual se pueden observar varios departamentos, incluyendo la  capital.

Mario Pacay, atleta.

La vista  es impresionante, sin obstáculos, como las metas de Pacay, quien reconoce que como atleta hay que ver lejos y proponerse alcanzarlas, sin importar los esfuerzos que sean necesarios. “Tengo que dejar una historia y creo que se está escribiendo. Mi papá me aconseja diciendo: “Hay que dejar huella en la vida. Siempre cargo en el corazón ese consejo”, comparte.

Aspiración

“Desde antes ya lo tenía pensado, vine a esta vida por un propósito: hacer algo grande, no hacer cosas malas. Quiero ser el ejemplo para nuevas generaciones, haré algo aquí en Guatemala”, manifiesta con mucha seguridad.

El éxito de Mario Pacay ha impactado en los habitantes de su  aldea, quienes se sorprenden por la presencia de personas ajenas en busca del poseedor de la mejor marca juvenil del año a escala mundial, incluyendo a periodistas, ya que el lugar solo es paso para los técnicos que reparan las antenas radiales y televisivas que se encuentran en lo más alto del cerro, así como turistas y escaladores.

Al preguntarle sobre su reciente hazaña atlética a sus 18 años, Pacay expresó: “Estoy muy contento y agradecido con Dios, por la doble participación que tuve, logrando el objetivo, reto y anhelo, dando lo mejor para mi país. Tengo el boleto en los cinco mil y 10 mil metros planos para asistir al campeonato mundial juvenil, en donde buscaré estar en los primeros tres lugares.  Sé que tengo un gran compromiso con Guatemala y voy a entrenar fuerte para poder representarlos al más alto nivel”.

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