El producto más afectado fue el maíz, con cuatro mil 852.4 hectáreas arruinadas, con pérdidas por Q21 millones.

El ministro de Agricultura, Juan Alfonso De León, descartó en ese momento alzas y desabastecimiento por esos problemas en el agro.

Explicó que si bien unos 300 mil quintales del grano dejarían de ingresar en el mercado, por la lluvia, la producción superaría los 29 millones de sacos en la cosecha del 2010. “Esperamos que no tengamos necesidad de un contingente de importación”, resaltó en su momento.

La Federación de Asociaciones Agrícolas de Guatemala reportó que no habían llegado cargamentos de papa y tomate a la Central de Mayoreo de la zona 12.

Los datos destacaron destrucción en varios municipios de Suchitepéquez, de tres mil 295.1 hectáreas de maíz.

También hubo destrucción de ese grano en Alta Verapaz, en Huehuetenango, Escuintla, Jutiapa, y en La Libertad, Petén.

El Maga calculó en su momento pérdidas en pastos por Q2 millones; en plátano, por Q361 mil; frijol, Q1.1 millones; tomate, Q687 mil; y pepitoria, 507 mil.

Los problemas en las carreteras, con derrumbes y hundimientos, también provocaron alza en varios productos de la canasta básica y desabastecimiento de combustible en varias cabeceras de la provincia.

Sin embargo, los problemas fueron resueltos en la mayoría de los casos en pocos días.

El intenso invierno lluvioso fue uno de los más fuertes en 60 años.