Las empresas responsables de alimentos deben considerar cualquier impacto negativo que pueden tener en sus consumidores, así como etiquetar conscientemente sus productos. Cada vez se hace más necesaria la moderación de la publicidad dirigida a niños, de jugos, galletas, panes, salsas, lácteos, cereales, embutidos y otra comida procesada que, en su mayoría, tiene un alto contenido de sodio, azúcar y/o químicos que en otros países son prohibidos.

Algunas empresas están haciendo esfuerzos para mejorar la calidad de sus productos o informar conscientemente al consumidor. Sin embargo, el reto sigue siendo enorme y casos como el metal que recientemente se encontró en un lote de Macaroni & Cheese de Kraft son inadmisibles.
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