Economía

Aranceles al acero y al aluminio de EE.UU. complican negociación del TLCAN

Los aranceles de Estados Unidos al acero y el aluminio de México y Canadá complican la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), vigente desde 1994.

EE.UU. abre la guerra comercial con aranceles a la UE, Canadá y México.(Foto Prensa Libre:EFE).

EE.UU. abre la guerra comercial con aranceles a la UE, Canadá y México.(Foto Prensa Libre:EFE).

La medida vigente desde el viernes llegó cuando las negociaciones se encuentran empantanadas por reclamos de Estados Unidos de beneficios para su sector automotriz y por su demanda de revisar el acuerdo cada cinco años. Ambas demandas no son aceptadas por sus socios.


“Ciertamente (los aranceles) no ayudan al clima cuando se está queriendo cerrar exitosamente una negociación”, dijo a la AFP el experto en comercio internacional Hugo Perezcano.
Estados Unidos empezó a aplicar el viernes aranceles del 25 por ciento sobre el acero y del 10 por ciento al aluminio a México, Canadá y la Unión Europea argumentando que el exceso de oferta de esos productos supone un riesgo para su seguridad nacional.
En represalia, México y Canadá anunciaron aranceles contra productos estadounidenses y además denunciaron a Washington ante la Organización Mundial de Comercio.
“México muestra una posición de no ceder a las exigencias de los estadounidenses”, dice Alejandro Luna, abogado especializado en comercio de la firma Santamarina & Steta.

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Las acciones y represalias, desataron el riesgo de una guerra comercial, y aumentaron también la incertidumbre sobre el futuro del TLCAN, un acuerdo al que Donald Trump considera nefasto para su país y forzó a renegociarlo.
Trump dijo el viernes que prefiere sendos acuerdos bilaterales separados con Canadá y México en vez del TLCAN trilateral y ya comunicó esa idea a Ottawa.


de su lado, el secretario de Economía mexicano, Ildefonso Guajardo, ya dijo que el tratado debe ser una “integración trilateral”
“Se ha generado mucha más incertidumbre de la que pensábamos respecto a las negociaciones del tratado y esto obviamente se va a seguir negociando a lo largo del año y se aprobará hasta 2019”, dice Rafael Camarena, economista de banco Santander.
Como muestra del efecto que puede tener esa incertidumbre, el banco de Camarena aumentó su estimación para el tipo de cambio a 18,90 pesos por dólar al cierre del año frente a los 18,20 pesos que había proyectado previamente, ya que usualmente es el peso mexicano el que refleja la preocupación sobre el futuro del tratado.
Este martes, el peso perdía más de 1 por ciento a 20,38 unidades por dólar.
Santander no es la única institución que ha estado observando una falta de claridad en las negociaciones.
Desde febrero de este año, los analistas financieros que cada mes consulta el Banco de México (central) han mencionado a la política sobre comercio exterior como uno de los factores que puede descarrilar el crecimiento de México.

Con el tiempo en contra

Pese a que el anuncio de los aranceles pegó en los ánimos sobre el futuro del TLCAN, las negociaciones habían perdido empuje en las últimas semanas.

El mes pasado se creía que los tres países podrían llegar a un acuerdo antes del 17 de mayo para que lo aprobara el actual Congreso de Estados Unidos, aunque esa fecha ya quedó atrás y posteriormente el representante comercial estadounidense, Robert Lighthizer, dijo que no estaban cerca de un pacto.
A ello se sumó que las elecciones presidenciales mexicanas están en puerta y en los sondeos lidera por más de 20 puntos el veterano izquierdista Andrés Manuel López Obrador, por lo que eventualmente un nuevo gobierno tendrá que retomar las negociaciones.
“Esos plazos se fueron cumpliendo y lo que sí vemos es que es mucho menos probable que se apruebe este año”, agregó Camarena.


Mientras ese plazo se cumple, los aranceles están en marcha y se teme que escalen de magnitud en un escenario en el que los únicos afectados serán los consumidores finales.
“Me parece que hay un riesgo real de que esto continúe escalando y en la medida de que eso sucede no beneficia ni a Estados Unidos, ni a México ni a Canadá”, agrega Perezcano.
Los aranceles que anunció México como el de la carne de cerdo están destinados a sectores políticamente sensibles en Estados Unidos.

“Ahí está una parte de la base de votantes de Trump, es un sector que depende de las exportaciones. Nos estamos acercando a una elección importante (legislativas en Estados Unidos) y México está viendo cómo maximizar el daño”, dijo el experto.

Sin embargo, Perezcano afirma que son un “arma de doble filo”, pues siempre está el riesgo de tener un impacto sobre los consumidores finales y los precios que pagan.
Para México, el TLCAN es vital pues 80 por ciento de sus exportaciones van hacia el mercado estadounidense, muchas de ellas a través de complejas cadenas de valor, aunque poco a poco ha buscado diversificar sus distintos mercados.

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