Frente a esa perspectiva de crisis, “saben ustedes que ya no es responsabilidad del gobierno nacional”, agregó el gobernante, que asumió en 2006, cuando nacionalizó los recursos naturales, entre ellos los hidrocarburos.

A pesar de ese cuadro, “también tenemos mucha confianza y esperanza en nuestra economía. Tenemos reservas internacionales” que bordean los US$15 millones, casi el 50% del Producto Interno Bruto (Pib) nacional, y, en porcentaje, el más alto de América Latina, sostuvo.

Pese a un negativo escenario económico global y una caída en el precio de las materias primas, la economía boliviana se expandió 5,5% en 2014 y se prevé que crezca otro 5% en 2015, impulsada por sus exportaciones de gas a Brasil y Argentina.

El presidente atribuyó esa perspectiva sombría a que “algunos países en el mundo usan los recursos naturales por una cuestión de hegemonía mundial”. “A veces sus crisis tratan de resolver rebajando los precios internacionales (de las materias primas) para relanzar su economía”, añadió.

“Si fuera culpable Evo Morales o el gobierno nacional tendrían derecho a atacarnos políticamente con temas financieros”, dijo.

Bolivia prevé pérdidas en sus exportaciones del orden de los US$2,500 millones este año por la baja de las materias primas, entre ellas el gas y los minerales, según dijo Morales en agosto en un informe al Congreso.

En 2014, el PIB nominal superó los US$32 mil millones, según datos oficiales.

Las exportaciones bolivianas al primer semestre de 2015 disminuyeron 30% en términos de valor, es decir US$1,970 millones menos, comparadas con el mismo período de 2014, reportó el privado Instituto Boliviano de Comercio Exterior (Ibce).