Economía

Cambio en alertas beneficiará más a sectores paralizados durante pandemia

Disposiciones llegan en el período de más alto volumen comercial y se percibe un giro en el tono, de prohibición a regulación.

La reapertura de varios servicios coincide con el trimestre de mayor consumo del año. (Foto Prensa Libre: Hermeroteca)

La reapertura de varios servicios coincide con el trimestre de mayor consumo del año. (Foto Prensa Libre: Hermeroteca)

Guatemala amaneció ayer con un nuevo sistema de regulaciones según alerta sanitaria establecida en el acuerdo 229-2020, publicada por el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social en el Diario de Centro América.

La actualización del tablero responde a que el gobierno de Alejandro Giammattei decidió no pedir otra prórroga del estado de Calamidad, sino, en su lugar, tomar acciones prioritarias para proteger la salud y la integridad de la población.

A pesar de los nuevos niveles de alerta por el aumento de casos de covid-19, aumentó el permiso para actividades relacionadas con servicios como gimnasios, discotecas, actividades culturales y eventos, cines, restaurantes, piscinas, así como más servicios hoteleros, los cuales que no figuraban, al menos en un corto plazo, en el primer tablero.

Fabián Juárez, analista económico de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes), dijo que con la posibilidad de reabrir otros negocios y servicios se propiciará mayor movilidad y dinamismo, lo cual puede ayudar a la economía.

Alto consumo

Jorge Benavides, investigador asociado de  Fundesa,  percibe una presión popular por facilitar el consumo en el último trimestre del año, cuando convergen tres fenómenos importantes:

  • En primer lugar  el consumo asociado a las fiestas de fin de año.
  • En segundo, la mayor disponibilidad de tiempo y los mayores ingresos asociados con el fin del año, época en que aumentan las compras con tarjeta de crédito, ya que se pagan hasta el siguiente año.
  • En tercer lugar, la disponibilidad de ingresos asociada a que ya no se pagan cuotas por estudios, con lo que se da una sustitución de consumo hacia otro tipo de bienes.

Entre las proyecciones de crecimiento para la economía del país ya se ha incluido este efecto relacionado con el aumento en el consumo de fin de año.

“Dentro de los escenarios posibles  siempre se ha mencionado la importancia de las ventas de fin de año para un grupo significativo de empresas, no solo durante la pandemia, sino porque es la dinámica habitual”, comentó Benavides.

Paulo Boteo, director general de Fundación Libertad y Desarrollo, no duda que se abre la posibilidad de una mejora importante en la actividad económica, porque ahora ya no habría restricciones de horarios.

Al quedar sin vigencia el toque de queda, las empresas podrán retomar sus horarios normales e incluso extenderlos más allá de lo normal, para atender a los clientes, cumpliendo con las normas de límite de aforo establecidas en el acuerdo, según Botero.

Revisión en octubre

En el año, el Banco de Guatemala  (Banguat) ha ido cambiando las proyecciones de crecimiento económico.

En junio  se establecieron tres escenarios: uno de -3.5 por ciento, el medio o núcleo de -2.5 por ciento y el bajo, de -1.5 por ciento.

Sergio Recinos, presidente del Banguat, dijo en agosto que el impacto podía ser menor y situarse entre -1.5% y -0.5%; sin embargo, las cifras oficiales se revisarán en octubre.

Johnny Gramajo, gerente económico del Banguat, dijo el pasado lunes, en una citación en el Congreso, que las proyecciones de crecimiento económico para el 2020 no incluyen la posibilidad de una segunda ola de contagios, pero tampoco mencionó hasta qué fase de reapertura de actividades estaban integradas  sus estimaciones.

Boteo defiende que gran parte de la incertidumbre que existía hasta ahora  era sobre el desarrollo de las actividades económicas de fin de año con las restricciones impuestas por el Gobierrno. Esto, porque, al entrar el último trimestre, la mayoría de compras asociadas con las fiestas de  la época se efectúan durante la noche.

Se debe tomar en cuenta que la mayor parte del crecimiento que registra la economía guatemalteca anualmente  se debe a las compras y al consumo por las fiestas de fin de año, en  noviembre y diciembre.

Esto puede representar que, en lugar de que la economía caiga a -3 por ciento, que era la previsión positiva que tenía la Fundación, la economía se contraiga alrededor de -2 por ciento. “Seguimos en terreno negativo, pero la caída es menor”, dijo.

Juárez agregó que con la eliminación de algunas restricciones,  hace unas semanas, se reflejó  una mejora en el Índice de Actividad Económica (Imae). Sin embargo, algunas de estas actividades probablemente no registrarán una recuperación rápida, porque están condicionadas a recuperar la confianza del consumidor y aún tienen limitaciones de aforo, afirmó Juárez.

De prohibir a regular

Para Juárez, el acuerdo cambia de tono respecto del anterior, y toma  una posición de regulación, en lugar  de prohibición, al abrir más actividades, y aún sin tener control sobre la pandemia.

Benavides concluyó  que, ante la postura del presidente de no extender el estado de Calamidad, el acuerdo gubernativo se vuelve una guía de operación para espacios de recurrencia frecuente con altos niveles de aglomeración.

Prima el optimismo, con precaución

Empresarios ven con optimismo las nuevas medidas publicadas ayer por el Ministerio de Salud Pública.

Eduardo Girón, presidente de la Cámara de Industria de Guatemala (CIG), afirmó que las  disposiciones son positivas para la economía y, especialmente, para la recuperación de empleos.

“Los guatemaltecos debemos actuar con responsabilidad, cumpliendo las medidas de prevención descritas en el acuerdo ministerial 229-2020: uso de mascarilla, lavado de manos y distanciamiento social, a fin de controlar los contagios y que podamos seguir dando los pasos necesarios para reactivar la economía”, resaltó Girón.

Roberto Ardón, director ejecutivo del Cacif, indicó que el cambio en el tablero de alertas  es parte de la estrategia que está siguiendo el país para regresar, en forma paulatina y progresiva, a la nueva normalidad.

“Es evidente que es un proceso que va a tomar tiempo, el cual está estructurado en etapas y ahora se está entrando a una nueva etapa”, dijo.

“Las medidas aún son bastante fuertes, restrictivas, porque se trata de ir abriendo con inteligencia y de manera progresiva. Esperamos que el impacto sea positivo”, añadió.

Respecto de la posibilidad de que esta reapertura pueda acelerar el proceso de una segunda ola de contagios, indicó: “Depende mucho de los cuidados que tomemos los ciudadanos”.

ESCRITO POR:

Rosa María Bolaños

Periodista de Prensa Libre especializada en medios escritos y radiales en temas de energía eléctrica, empleo, impuestos, empresas y negocios con más de 20 años de experiencia.