“Es evidente que existe especulación en los precios de la carne, por lo que mañana (lunes) pondremos las denuncias en el Ministerio Público”, aseguró Sergio de la Torre, ministro de Economía.
“Los actores que están subiendo el precio de la carne son pequeños, y no son representativos en la oferta que existe en el país, y lo que hacen es penado por la Ley”, expresó.
Según la Dirección de Atención y Asistencia al Consumidor (Diaco), el precio promedio de la carne de res con hueso es de Q16.95, en supermercados, y Q21.13, en mercados. La costilla cuesta Q17.76, en supermercados, y Q22.16, en mercados.
“Los precios de algunos cortes de supermercados ya incluyen IVA y otros costos, y están más baratos que en mercados. Es claro que existe algún grupo que tiene interés de especular”, dijo De la Torre.
Capacidad
En un recorrido hecho ayer por Prensa Libre, se pudo constatar que los precios de los cárnicos en los mercados oscilan entre Q30 y Q36 por libra.
Leticia Hernández, clienta del Mercado Central, expresó que ya no puede comprar carne de res y que el pollo es la mejor opción porque por el precio de una libra de carne de res obtiene tres libras de pollo.
Íngrid Soto señaló que mientras más cara es la carne menos se consume, y que desconoce por qué han subido los precios.
Opciones
Óscar Barrios, gerente de Delicarnes, opinó que al comparar los precios del mercado, “hasta da para que los carniceros vayan a comprar a los supermercados y revendan, porque es demasiado el incremento que han hecho.
Silvia Escobar, jefa de la Diaco, dijo que el consumidor tiene derecho de buscar otras opciones.
Occidente, afectado
Aníbal Rojas, presidente de la junta directiva de expendedores de occidente, afirmó que están vendiendo los cortes finos a Q35, y los populares a Q32.
“Ya no podemos seguir trabajando con esos precios, son muy altos”, aseguró.
Posibles sustitutos
Históricamente, la carne de res ha sido uno de los insumos de la canasta básica cuyo precio ha sido oscilante.
A pesar de existir sustitutos de ese derivado animal, miles de personas la consumen como parte de la dieta diaria. Sin embargo, en los últimos años el pollo ha sustituido ese producto en la dieta semanal.
Además, los nutricionistas recomiendan ingerir pescado, por su alto contenido fosfórico y proteiníco.
En tal sentido, el consumo de mariscos es poco en Guatemala en comparación con la carne de res.
A esto se suma que tampoco hay preferencia arraigada por alimentarse con otros derivados bovinos, como nervios, seso, pulmones, hígado, panza o intestinos (menudos o entraña, en el lenguaje común).
