Así lo resalta el estudio titulado ?Calidad de empleo para las mujeres centroamericanas?, elaborado por el Foro de Mujeres para la Integración Centroamericana, FMIC, y dado a conocer la noche del miércoles pasado.
Aunque realizan la misma actividad que los varones y a veces tienen mayor carga de trabajo, casi 90 por ciento de las mujeres guatemaltecas laborantes es remunerado con el salario mínimo, que es de unos Q800 mensuales, pagado a la cabeza de hogar, en el caso de las trabajadoras agrícolas.
El resto de mujeres que logra alcanzar una posición más acomodada, con ingresos mayores, nunca llega a ganar más que el sexo opuesto.
Representantes del FMIC enfatizaron en que la jornada de trabajo femenina es de 30 horas diarias, tomando en cuenta las labores reproductivas y comunitarias, a pesar de recibir un salario proporcionalmente menor que el de los hombres.
El acto de presentación del documento fue presidido por Adriana Prado, directora del Crentro Internacional de Derechos Humanos, e Ivonne Claverie, coordinadora para Guatemala del FMIC.
Vulnerables al paro
Recibir emolumentos más bajos no es el mayor problema, pues para la mujer, según el informe, es más difícil conseguir empleo.
Debido a los altos niveles de vulnerabilidad al desempleo existentes, las féminas tienen una mayor disposición a aceptar condiciones laborales más precarias que los hombres.
Esos factores, reza el texto, repercuten en el deterioro acelerado de la calidad de vida de las mujeres.
No se cumplen
Prado puntualizó en que el irrespeto a normas legales que amparan los derechos de los trabajadores sin discriminación de género es uno de los problemas que enfrentan las mujeres en la región, a pesar de la existencia de dichas normas.
Además, dijo, no sólo ese obstáculo las afecta. La falta de políticas integrales y de una legislación con visión de género, así como la
discriminación y bajos salarios, son fenómenos que persisten.
Identifican necesidades
Las mujeres participantes en el taller realizado por el FMIC destacaron la existencia en Guatemala de una demanda insatisfecha de capacitación y de programas específicos para mejorar la calidad de empleo.
Por ello, sugirieron la creación de más fuentes de trabajo de calidad para las mujeres.
Además, concluyeron en la necesidad de establecer un banco de datos, bolsas de empleo y descentralización de la información.
Insistieron, especialmente, en que los ministerios de Trabajo del istmo asuman el compromiso de hacer cumplir la ley, para continuar luchando contra la discriminación laboral de las mujeres.
Deben colaborar
Claverie manifestó que el foro recomendó siete lineamientos para el mejoramiento de la calidad de empleo para las mujeres.
?Esperamos que esos lineamientos sean asumidos por los diferentes ministerios de Trabajo y se conviertan en instrumento de presión para las diferentes organizaciones de mujeres?, dijo.
Sugerencias…
Los lineamientos y mecanismos presentados por el Foro de Mujeres para la Integración Centroamericana para el mejoramiento de la calidad de empleo del género ascienden a siete, y persiguen minimizar la discriminación de género existente.
Establecer oficinas de la mujer en las carteras de Trabajo de la región.
Mejorar las políticas públicas sobre empleo y trabajo femeninos.
Vigilar o auditar socialmente la situación del sector, a través de las diferentes organizaciones de mujeres y del gobierno, por medio de un
informe anual centroamericano.
Sensibilizar sobre la necesidad de capacitación y formación laboral con énfasis en el género.
Urgencia de crear empleos con calidad para las mujeres, con la participación de organizaciones civiles y gubernamentales en una campaña de sensibilización para inversores nacionales e internacionales.
Llevar a cabo campañas de información sobre los derechos laborales de las mujeres.
Según el documento preparado por el foro, cada uno de estos lineamientos fue elaborado en base a objetivos estratégicos que permiten impulsar la reducción de la discriminación de género.
Además, incluye acciones específicas para su ejecución.
