Pero les voy a contar un secreto: ningún inversionista se involucraría si usted hace cosas como hablar de sí mismo, sobre sus cualidades, su empresa o las características de su producto. Ese no es el camino.

 
Primero, investigue absolutamente todo lo que necesita para conectarse a nivel personal con el inversionista al que le quiere vender su idea. Conozca todo sobre él antes de presentarse, sea en persona o por teléfono.
 
Calcule sus pasatiempos, si tiene hijos, la escuela a la que asistieron, etc. Sin una conexión personal y una relación de antecedentes, nunca habrá confianza y, como resultado, el inversor nunca invertirá. Recuerde, los inversores están apostando su dinero por usted.
 
Una vez que haya establecido esa conexión personal, es necesario pasar al siguiente paso y eso se llama discurso de su ascensor.
 
Aquí lo ideal es dar en 30 segundos la imagen de alto nivel de lo que está haciendo. Después de hacerlo, el inversor debería comenzar a hacerle preguntas o compartir sus preocupaciones con usted. Limítese a responder claramente lo que quiere.
 
En resumen, los mejores discursos en ascensores tienen lo siguiente en común:

• Tienen 30 segundos de duración
• Desencadenan interés y respuesta
• Son claros
• Son autoritativos
• Se refieren a sus clientes y no a ellos mismos
• Destacan un problema y una solución
• Introducen las cualidades que lo hacen especial
• Son fáciles de identificar
• Tienen un fantástico al final

*Escritor y emprendedor autor del best-seller The Art of Startup Fundraising