Los resultados de la encuesta refieren que 74% de los ejecutivos en Latinoamérica dicen que la corrupción ocurre ampliamente en los negocios, explicó Alfonso Crespo, socio del área forense de EY para Centroamérica y Panamá.
Mientras en el grupo de países emergentes el 52% respondió de esa manera; en los países desarrollados, el 20% y el promedio mundial fue de 38%.
Dentro de las acciones que mayor riesgo representan para las compañías en primer lugar se menciona el fraude y corrupción con 51%, el entorno reglamentario cambiante con 49% y el entorno económico con 46%.
Además sigue siendo una práctica común utilizar el soborno para obtener contratos. Aunque existieron mejoras en algunas regiones permanece muy elevada esa práctica en Latinoamérica y en los mercados emergentes.
Quien debe tomar medidas
El 99% de entrevistados reconoce que es importante conducirse con integridad, pero se detectó en la encuesta que en las organizaciones no está definido cual es el cargo o departamento responsable de implementar las acciones de prevención o combate a acciones ilícitas y establecer controles explicó Crespo.
En Latinoamérica el 41% considera que esas acciones le corresponden a la administración de la empresa para estimular a las diferentes jerarquías hasta llegar a los empleados, mientras el 25% indica que el responsable es cada persona, añadió.
La firma EY explica que según las respuestas obtenidas en la encuesta se justifica el fraude y la corrupción como pagos en efectivo si ayudan a una Compañía a sobrevivir una crisis económica.
De esto el 13% en promedio dice que justificaría esa medida “para ganar o retener negocios” pero ese dato se eleva a 20% entre los menores de 35 años.
Es decir, uno de cada cinco encuestados menores de 35 años justificaría ese tipo de pagos en efectivo.
Al respecto Crespo mencionó que los equipos de gestión deben identificar y abordar las causas de las conductas no éticas en sus organizaciones, además que los programas de cumplimiento “deben incorporar los rápidos avances tecnológicos y comprender que el entorno de riesgo en las operaciones comerciales es cada vez más complejo”.
Braulio Salazar, socio director de EY Guatemala indicó que a los empresarios se les hacen varias preguntas generales como ¿percibe que hay prácticas de corrupción en su país? y ¿percibe que hay prácticas de anticorrupción adecuadas en los países donde operan (las empresas)?
Añadió que se definen industrias por sector para hacer las encuestas y analizar las respuestas ya que cada sector tiene diferentes niveles de afectación. Por ejemplo, expuso Salazar, en Latinoamérica el sector más complicado para operar es el de Construcción.
¿Qué sucede en Guatemala?
Aunque no se revelaron datos específicos de Guatemala, sino que se hace el análisis por región, Salazar explicó que desde hace algunos años a la fecha se ha buscado transparentar el nivel de corrupción en el país y se han podido medir impactos, incluso se habla de que impacta en el crecimiento económico.
En el índice de percepción de corrupción del 2016 Guatemala salió situada en el puesto 146 de 176 países
De un puntaje perfecto de 100 el país solo recibió 28 puntos.
“La interpretación que hago es que la inversión extranjera se ha caído en Guatemala en parte por la inestabilidad política, pero también porque en muchos países en el mundo se han impulsado prácticas anticorrupción y las empresas prefieren no venir a una país donde aún existe ese problema ya que los pueden sancionar a ellos” dijo Salazar.
Añadió que las empresas han tenido que redestinar recursos para solventar sus situaciones fiscales descubiertas en Guatemala, aspecto que se ha traducido en menor inversión y en algunos casos menor empleo.
A consideración de Salazar en el país lo que ocurre es el reflejo de “un conjunto de situaciones que va creando cierta inestabilidad pero no veo que algún organismo del Estado, como pudiera ser el Congreso, hayan tomado medidas para modernizar todo este sistema de leyes para evitar estas práctica de corrupción”, expuso Salazar.
Análisis de datos
También se realizó la Encuesta Global de Análisis Forense 2018. Los análisis forenses de datos han avanzado y “le permiten a las empresas aprovechar las nuevas tecnologías para aumentar la efectividad y la eficiencia de sus esfuerzos y mejorar los resultados de las investigaciones y del cumplimiento” explicó Crespo.
Con ese estudio se puede conocer qué fuentes de datos utilizan las organizaciones para analizar las áreas de riesgo que tienen un impacto en sus empresas.
Las más utilizadas son contabilidad financiera, bitácoras de acceso a la red, bases de datos de proveedores, reportes de créditos o sanciones.
También hay fuentes de datos no estructuradas como acceso al servidor, comunicación electrónica y otros.
Se proyectan altas inversiones en tecnología para este análisis de datos ya que más del 70% de los encuestados señaló que planea adoptar estas técnicas de calificación
de riesgos. Incluyendo la analítica del comportamiento de usuarios y la analítica de redes
sociales, para mantener un monitoreo continuo.
En América Latina ese índice es más alto. Ya que el 89% dijo que adoptará técnicas de para combinación de datos y el 76% la analítica del comportamiento de usuarios.
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