El Índice de Precios al Consumo (IPC) se ubicó en el porcentaje indicado, según las cifras del Departamento de Trabajo, por debajo de lo esperado por el mercado.

El nivel general de precios en el país norteamericano fue impulsado por fuertes gastos de los consumidores a partir de ahorros generados durante la pandemia; escasez de bienes por problemas en las cadenas de aprovisionamiento globales; falta de mano de obra; y la invasión de Rusia a Ucrania, lo que disparó precios de los alimentos y del petróleo.

“Hoy recibimos noticias de que nuestra economía tuvo cero por ciento de inflación en julio. Cero por ciento”, enfatizó el presidente Joe Biden hablando en un evento en la Casa Blanca. “Vemos señales de que tal vez la inflación está comenzando a moderarse”, celebró, aunque reconoció que el partido no está ganado.

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Según datos publicados el 10 de agosto último por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS), la bajada interanual se da después de que los precios de consumo se mantuvieron estables (0%) el mes pasado, gracias principalmente a la caída de los precios de la gasolina.

El descenso de la tasa de inflación da un pequeño respiro a la economía estadounidense, que a finales de julio entró en lo que los expertos consideran una recesión técnica, al encadenar dos trimestres de caída del producto interno bruto (PIB).

Primer indicio

La baja del indicador le da un respiro a la mayor economía del mundo, pero analistas guatemaltecos consideran que la presión sobre los precios aún se mantendrá como mínimo en lo que resta el año e incluso, parte de 2023.

De acuerdo con Hugo Maúl, del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), esta baja podría corroborar para EE. UU., que las alzas de la tasa de interés por parte de la Fed comienzan a surtir efecto.

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“Quizá sea muy pronto para decirlo, pero tomaron una medida en esa dirección, y la economía está respondiendo. De alguna manera viene a calmar las expectativas respecto a que los aumentos de la tasa no iban a tener efecto o que serían insuficientes”, indicó.

Ricardo Rodríguez, economista del Central American Business Intelligence (CA-BI), coincide con Maúl, al señalar que el comportamiento de ese indicador es un reflejo de que las presiones inflacionarias empiezan a ceder, aunque advirtió que aún está lejos de una caída significativa.

“Vemos la transmisión de las fuertes subidas de la tasa de interés por parte de la Fed, aunque eso no significa, ni de cerca, que estemos por regresar a los niveles de inflación de antes. Recordemos que la meta de inflación de la Fed era cercana al 2% y hoy está en 8.5%, luego del 9.1% de junio. Al menos ayuda a calmar las tensiones”, opinó.

Por su parte, Juan Pablo Carrasco, presidente de la Cámara de Comercio Guatemalteco Americana (AmCham), afirmó que pese a la baja en el índice inflacionario en Estados Unidos, la tendencia hacia el alza se persistirá.

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“Se mantendrá un poco más al alza hasta finales de año. De hecho, hay una tendencia cíclica y a fin de año, la inflación aumenta naturalmente, pero en este caso habrá que prestarle atención a que esta semana se aprobaron más gastos para el gobierno de EE. UU. y eso incide en una mayor inflación”, argumentó.

Tendencia en Guatemala

Maúl, Rodríguez y Carrasco comparten la idea de que la inflación en EE. UU. mantendrá una tendencia al alza en lo que resta del año, lo que también incidirá en el comportamiento alcista a nivel nacional.

Ello, porque la inflación que se vive en todo el mundo es importada, eso generó que fuera poco lo que Guatemala pudiera hacer para contenerla. Lo que hemos visto es que la tendencia inflacionaria del país está desfasada entre dos y tres meses respecto a las principales economías.

“La expectativa es que para nosotros siga subiendo muy probablemente hasta finales de año. Lo que debemos tener claro es que, aunque en los próximos meses dejen de aumentar los precios en EE. UU., su inflación no va a bajar dramáticamente, y podría mantenerse sobre el 6% y eso sigue presionando los precios a nivel internacional. La reversión de las tasas va a tomar más tiempo, probablemente un par de trimestre del próximo año”, recalcó el economista del CA-BI.

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Carrasco agregó que en la medida que se empiece a regularizar la cadena logística de suministros y se logre un acuerdo que ponga fin al conflicto entre Rusia y Ucrania, puede haber un escenario distinto el otro año, con relación a la presión en los precios que inciden en el ritmo inflacionario.  “Creemos que se mantendrá en un rango cercano a los dos dígitos para EE. UU., y como sucede con un shock externo, no se transferirá una baja inmediatamente a la economía interna, sino que siempre tendrá un retraso mínimo de tres meses”.

Datos de interés

• 5% fue la tasa de inflación interanual de EE. UU. en julio.
• La inflación del 9.1% registrado en EE. UU. en junio, es el mayor aumento anual desde 1981.
• 36% fue la tasa de inflación que registró Guatemala en julio.
• La tasa de inflación de julio en Guatemala es la más alta en 14 años.

(Con información de AFP)