Economía

Lavado de dinero complica usar dólares en frontera con EE. UU.

En 2010 hubo un clamor fuerte para acabar con el lavado de dinero proveniente del narcotráfico, luego que se descubrió que el banco estadounidense Wachovia permitió transferencias por 110 millones de dólares desde México.

Esos llamados crecieron dos años después, cuando HSBC Holdings PLC acordó pagar 1.900 millones de dólares para resolver extrajudicialmente infracciones que incluyeron el haber dejado que cientos de millones de dólares de los cárteles de las drogas fluyeran a través de uno de los bancos más grandes del mundo. Ahora existe una sensación creciente en la frontera entre Estados Unidos y México de que la supervisión financiera se ha extralimitado, al grado de perjudicar a las empresas que respetan la ley.

Los bancos estadounidenses, cautelosos por la posibilidad de sanciones fuertes, han preferido cerrar sus cuentas en México o han impuesto a sus clientes más restricciones.

El problema es particularmente grave para las empresas mexicanas cuyos clientes les pagan en dólares.

En México, los bancos se niegan a recibir sus billetes verdes, incluso después de que el gobierno levantó en septiembre los límites impuestos cuatro años antes a los depósitos en efectivo de la moneda estadounidense.

El presidente ejecutivo de una de las mayores cadenas de farmacias mexicanas en la frontera con Estados Unidos, Roberto Castro, compara ese enfoque con la quimioterapia.

“Mata las células malas, pero también mata las buenas”, dijo Castro, cuyo padre fundó en 1964 la cadena Farmacias Modernas de Tijuana SA, conocida como Farmacias Roma.

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