“La idea nació cuando vimos que era un tema de mucho interés para nuestros hermanos latinos en Estados Unidos. Esto nos llevó a crear el juego a modo de desacuerdo con el personaje” , explicó Cristian Quiroz, director de operaciones de Karaokulta, la compañía artífice de esta propuesta.
La finalidad del juego, una aplicación para móvil que saldrá a la venta en unas dos semanas, es sumar puntos a partir de tirar a Trump desde balones a bolas de bolera, botellas o los tradicionales nopales (una hoja de cactus) mexicanos.
Ello, acompañado de una entretenida música de cuerda.
“México no es nuestro amigo” , suelta el magnate mientras se mueve por un escenario de teatro con dos pancartas colgadas a su espalda que lo presentan como presidente de Estados Unidos.
Vestido de traje o disfrazado cómicamente, esquiva los objetos que el usuario decide lanzarle.
Si se le echan flores o billetes, se da la partida por terminada y Trump, como ganador, sale todavía más enriquecido y endiosado de la tarima.
Cristian Quiroz
“El fin del juego es que él no pueda salir del escenario y se le puedan seguir arrojando objetos” , describió Quiroz, quien especificó que tras el periodo de prueba, el juego será descargable para los sistemas Android e iOS.
Anticipándose a críticas por la violencia presente en el producto, afirmó que este nació con la intención de “divertir” y que, por la respuesta y difusión recibida, tiene constancia que “mucha gente” respalda el proyecto.
“Es la opinión que tenemos los mexicanos ante este precandidato a la (elección) presidencial. Se puede tomar como una broma o una anécdota” , aseveró Quiroz, que forma parte de esta pequeña compañía de jóvenes programadores y diseñadores afincados en Guadalajara, capital del occidental estado de Jalisco.
El magnate inmobiliario no ha dejado de generar polémica con sus comentarios sobre inmigración desde que, el pasado 16 de junio, anunció su candidatura a la nominación del Partido Republicano para los comicios presidenciales de 2016.
Trump defiende la deportación de más de once millones de indocumentados y la construcción de un muro en la frontera sur estadounidense para bloquear los flujos de inmigración ilegal.
Además ha amenazado con embargar remesas “derivadas de salarios ilegales” enviadas por inmigrantes, ha calificado de criminales y violadores a los mexicanos y ha lanzado comentarios despectivos sobre los denominados “bebés ancla” , que tienen las indocumentadas en suelo de Estados Unidos y reciben la ciudadanía al nacer.
En México, no es la primera vez que Trump y su inconfundible tupé rubio reciben “golpes” propinados por parte de la ciudadanía.
Hace unos meses, en la norteña ciudad fronteriza de Reynosa una empresa elaboró una piñata con la imagen del magnate que tuvo una gran acogida comercial y permitió que niños y adultos desahogaran su rabia contra Trump a bastonazos.
Ello mismo aconteció entre la comunidad latina de San Diego (California, EE.UU.) , que convirtió en éxito de ventas otra figura de cartón piedra de este precandidato republicano con un marcado discurso antiinmigratorio.