Al 31 de octubre de este año, la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) reporta un parque vehicular de 5 millones 183 mil 945, distribuido de la siguiente manera:

Motos, automóviles, picops, camionetas, camionetillas, paneles, camiones, cabezales, transporte de carga, autobuses, buses, microbuses y otros

• Gasolina: 4.5 millones
• Diésel: 567 mil
• Eléctricos: 1 mil 428
• Híbridos: 5 mil 905
• Gas propano: 193
• Otros: 50 mil 208

 Total híbridos: 5 mil 905

• Motos: 0
• Automóviles: 1 mil 907
• Picops: 27
• Camionetas, camionetillas y paneles: 3 mil 963
• Camiones, cabezales y transporte de carga: 2
• Autobuses, buses y microbuses: 6
• Otros: 0

 Total eléctricos: 1 mil 428

• Motos: 883
• Automóviles: 166
• Picops: 8
• Camionetas, camionetillas y paneles: 177
• Camiones, cabezales y transporte de carga: 18
• Autobuses, buses y microbuses: 17
• Otros: 159

Por qué la preferencia por los híbridos

Jean Pierre Devaux, presidente de la Asociación de Importadores y Distribuidores de Vehículos Nuevos, comentó que en este 2023 han vendido 146 carros eléctricos con un incremento de 123 en comparación con el 2022.

Al contrario de los híbridos que tienen un mayor incremento en ventas y lo ven como un salto entre un carro de combustión a un eléctrico.

En 2023 reportan venta de 1 mil 509 versus 1 mil 004 en el año pasado, con una diferencia de 505. Un carro híbrido maneja las dos tecnologías simultáneamente, la eléctrica y la de combustión, con lo que favorece el medioambiente, pero si se agota la carga de la batería entra a trabajar el motor de combustión.

Para Devaux, es una tendencia de moda y el tema que está retrotrayendo la preferencia de la población a cambiarse a un vehículo híbrido o eléctrico radica en el costo, además de la escasa infraestructura, puertos de carga, carga rápida, así como la falta de conocimiento.

Los vehículos nuevos son de alta gama, para personas con poder adquisitivo muy alto. Hay muy pocos vehículos eléctricos de marcas comerciales de bajo costo o de uso más común, por lo que todavía no llega a la masa poblacional el poder adquirir un vehículo híbrido o eléctrico nuevo, tomando en cuenta que la Ley de Incentivos para la Movilidad Eléctrica prohíbe algunos aspectos en la importación de esta clase de vehículos usados, lo que minimiza la oferta en este mercado.

“La percepción de muchas personas que pueden adquirir un vehículo de estos, es que se pueden quedar sin carga al salir en carretera, en un viaje largo, por ejemplo, por algún contratiempo como accidentes o bloqueos”, comentó Devaux, aunque esta parte la ve difícil cuando más del 94% es de generación habitacional, personas que solo circulan en la ciudad.

Sin embargo, lo ve como un tema de poca preocupación tanto para Guatemala como para los demás países de Centroamérica, de hecho, al promocionarlo mucho podría generar problema ante la falta de inversión en infraestructura a nivel nacional.

Ante esto, el titular del Ministerio de Energía y Minas (MEM), Manuel Eduardo Arita, comentó que “ya están trabajando de forma intensiva una campaña de difusión de los incentivos que contiene la Ley, así como de los beneficios de usar vehículos eléctricos”.

Adicional al de “la seguridad que conlleva la movilidad eléctrica”, esto con el objetivo de que la población invierta cada vez más en estos autos.

Precios

Para el entrevistado, el precio es un factor determinante para que la población se mueva hacia la electro movilidad.

La media en vehículos eléctricos de alta gama alcanza hasta los US$180 mil (Q1.4 millones) mientras uno de combustión muy similar de esa misma categoría, ronda los US$100 mil (Q782 mil), en donde casi se duplica el precio entre uno y otro.

En cuanto a los híbridos, por ejemplo, una camioneta Sport Utility Vehicle (SUV) de combustión ronda los Q265 mil y la híbrida entre Q315 mil a Q325 mil.

Para Nancy Chacón, presidente de la Asociación de Movilidad Eléctrica (Amegua), si bien, actualmente los precios de los vehículos eléctricos son mayores comparados con los vehículos convencionales de combustión, los 100% eléctricos presentan ahorro en los costos operativos.

Según datos de Amegua, los usuarios reportan ahorros en combustible de más del 75% usando energía eléctrica en lugar de gasolina o diésel; por otro lado, el mantenimiento de un vehículo eléctrico es más sencillo, por la menor cantidad de piezas, significando ahorro entre el 80% al 90%.

En cuanto a la resistencia de carga, que suele ser una de las inquietudes de los interesados, Chacón comentó que los autos eléctricos tienen autonomía, es decir que la batería se agota al recorrer 300 y hasta 400 kilómetros; y dado que cada vehículo eléctrico cuenta con su propio cargador instalado en casa o lugar de trabajo, la necesidad de cargadores públicos, se reduce.

Actualmente Guatemala cuenta con 50 puntos de carga con más de 70 cargadores en distintos puntos de la ciudad capital y algunos departamentos de la república.

En tanto Alejandro Barrera, presidente de la Gremial de Importadores de Vehículos Usados, recalcó que la Ley de Incentivos a la Movilidad Eléctrica establece algunas prohibiciones en la importación de vehículos eléctricos usados, lo que les afecta directamente.

Entre estas prohibiciones están:

• Que los vehículos eléctricos o híbridos no tengan más de 5 años de antigüedad a partir de su fabricación, que no hayan sido declarados como pérdida total o recuperado, reparado, entre otros; que por ejemplo, estas características son comunes en la importación de vehículos de combustión.

Los vehículos eléctricos o híbridos usados que figuran en las estadísticas son de los que lograron traer antes de entrar en vigor la legislación, pues se les dificulta invertir en esta clase vehículos que pueden quedar varados en las aduanas pues solo por vía terrestre pueden ingresar al país, porque las navieras solo transportan carros de este tipo nuevos.

Además, compartió que en este 2023 solo ingresaron al país alrededor de 5 vehículos entre eléctricos e híbridos, por esta veda en la ley.

Barrera indicó que están de acuerdo con la motivación e incentivos para cambiar de gasolina o diésel a híbrido o eléctrico, pero al existir estas prohibiciones será difícil la masificación por el alto costo de un vehículo nuevo.