GOBIERNO CORPORATIVO

¿Vender la empresa familiar?

Carlos Luna Rivara

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Situaciones como la pérdida de competitividad y de participación de mercado por parte de la empresa, la entrada de un competidor muy grande y con suficiente capital, la desaparición del empuje emprendedor de los fundadores, la falta de un sucesor o de un equipo gerencial y de gobierno profesionalizado, así como los conflictos de perspectiva estratégica que pueden surgir en las diferentes ramas familiares en relación con el negocio, son algunas de las razones que subyacen a la intención de venta de muchas empresas familiares.

Sin embargo, he observado que cada vez resulta más frecuente encontrarse con supuestos de venta de empresas familiares cuyas motivaciones se alejan de las connotaciones negativas mencionadas. Dichas operaciones suelen estar impulsadas, por ejemplo, por la voluntad de diversificación patrimonial por parte de los accionistas, la oportunidad de aprovechar los diferentes impulsos emprendedores que presentan las siguientes generaciones, o bien por el deseo de encontrar un socio tecnológico o financiero externo que permita afrontar, de manera planificada, un proceso de evolución deseado.

En CGL hemos asesorado empresas familiares que han afrontado procesos de venta, y he visto que uno de los factores fundamentales que facilitan el éxito del mismo tiene su origen en una pregunta fundamental que las familias propietarias se formularon y discutieron en profundidad: Realmente ¿queremos continuar con la empresa familiar?

Con la convicción de la mayoría de accionistas de que la venta de la empresa familiar es la decisión correcta, toca planificar el proceso de venta.

La clave del éxito está en la forma como se afronta la negociación. Hay que recordar que esta transacción debe ser manejada cuidando todos los detalles, siguiendo los protocolos necesarios para no exponer innecesariamente a la marca o a la familia empresaria, y eligiendo el método apropiado de valuación. También es importantísima la selección de los posibles compradores, pues en nuestro medio pueden surgir todo tipo de interesados.

Finalmente, hay que tener claro que en estas transacciones el “cuándo” es tan importante como el “cómo”, por lo que hay que determinar si es el mejor momento para vender la empresa familiar. ¿Está lista tu empresa familiar para ser vendida?

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