Entre los animales más aceptados por los guatemaltecos están los domésticos y los que sirven de compañía, además de los comestibles.

La preferencia por el perro es mucho mayor en las zonas urbanas, donde el 80.1 por ciento de los entrevistados lo nombró como su animal favorito, frente al área rural, donde solo el 53.1 por ciento de los encuestados lo mencionó.

Los siguientes animales en preferencia son pollos, gallos y gallinas, que agradan al 8. 8 por ciento de la población. De nuevo, la diferencia entre el campo y la ciudad es amplia: mientras en esta última área solo el 5.4 por ciento se declaró amante de esas aves, en el ámbito rural el 19.8 por ciento las nombró como favoritas.

Ratas, insectos, serpientes y, curiosamente, los gatos son los animales que menos gustan a los guatemaltecos. El 27.4 por ciento de los encuestados aseguró odiar a las ratas; el 19.7 rechazó a los gatos, y el 13.1 por ciento, a las serpientes. Los gatos son mucho más odiados en las ciudades, con el 21.2 por ciento, que aseguró detestarlos, frente al 14.6 por ciento en comunidades rurales.

Destaca el 5.1 por ciento de la población que afirmó no rechazar a ningún animal.

Compañía

En cuanto a por qué los guatemaltecos tienen mascotas, el 30.2 por ciento estimó que el principal motivo es la compañía que éstas proporcionan.

También es destacable que el 24.4 por ciento opinó que tener una mascota es parte de las técnicas para mejorar la seguridad en la vivienda, y solo el 1 por ciento consideró a los animales de compañía como un miembro más de la familia.

Violencia contra animales

Los guatemaltecos se declaran amantes de los animales, y aseguran que éstos deben ser respetados y cuidados, aunque el 79.7 de la población reconoció que en el país hay bastante violencia contra esos seres vivos.

Pese al respeto que las personas encuestadas aseguran tener hacia los animales, existe un alto porcentaje que declaró que le gustaría tener un animal considerado protegido o exótico en su casa: el 64.3 por ciento querría tener una guacamaya.

Los menos dados a tener este tipo de aves son los universitarios. Solo el 48 por ciento de ellos adoptaría una, frente al segmento de personas sin escolaridad, cuyo 70.1 por ciento aceptaría una guacamaya. Por regiones, los habitantes del altiplano son los menos dispuestos a tener este animal; solo el 57.6 lo mantendría en su domicilio.

En cambio, si se trata de un mico, no hay tanta aceptación, y solamente el 19.9 por ciento se mostró dispuesto a tenerlo en casa, frente al 80 por ciento, que lo rechazó.

Entre los hombres hay más aceptación a poseer este primate, con 24.1 por ciento. Solo el 15.8 por ciento de las mujeres se mostraron dispuestas a adoptar uno.

Los consultados declaran tener bastante conciencia en cuanto al respeto a los animales. El 34.3 por ciento de los participantes afirmó que no se debería exterminar o matar a ninguna especie de la fauna. El porcentaje es bastante más alto en la región norte del país, donde el 62.5 por ciento de la población dijo que no se debe acabar con ningún animal.

Este respeto se reflejó en que el 89.3 por ciento de los encuestados opinó que los perros de la calle deberían ser esterilizados, frente al 9.2 por ciento, que estimó que deberían matarlos.

La encuesta se llevó a cabo en municipios rurales y urbanos de todo el país, a mil 200 personas mayores de edad, entre los días 7 y 13 de diciembre. El margen de error máximo es del 4.1 por ciento, y el nivel de confiabilidad, del 95 por ciento.