“La lluvia que se espera para junio, según los análisis realizados, estará por arriba de lo normal de los registros”, señaló un reporte del Departamento de Investigación y Servicios Climáticos del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh).

El análisis de la institución precisa que las regiones que recibirán más lluvia este mes son la bocacosta, la franja transversal, el caribe, el altiplano central y la región del Pacífico. Estas áreas recibirán entre 250 a 500 milímetros de lluvia.

En los primeros seis días de este mes las regiones mencionadas  han recibido entre 60 y 175 milímetros de lluvia. El mapa de humedad del suelo publicado ayer revela que en todo el territorio nacional la saturación del suelo está entre el 30 y 60  por ciento.

Esta situación puede ocasionar problemas en distintos puntos del país, ya que aumenta la vulnerabilidad de los sitios  considerados de alto riesgo.

Eddy Sánchez, director del Insivumeh, destacó: “En los últimos años nos hemos acostumbrado a tener malos inviernos. Pero en este momento hay problemas como derrumbes, contracción de los terrenos y mucho arrastre de sedimento, particularmente el que se ha acumulado en los alrededores de los volcanes activos”.

“El invierno está arriba de lo normal y muy similar al año 2012. Afortunadamente las dos tormentas tropicales que se han formado —Andrés y Beatriz— han pasado muy lejos de nuestro territorio”, señaló Sánchez.

El Insivumeh prevé que para lo que falta del mes al menos cuatro ondas del este afecten al país, lo que intensificará la lluvia. Además, del lado del océano Pacífico comienza la temporada de huracanes y podría haber hasta dos depresiones o disturbios que provocarían una fuerte carga de humedad en el territorio nacional.

Con alarma

Debido a esta situación, la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) se declaró en alerta amarilla institucional y activó su protocolo para atender emergencias.

 Entre las estrategias de la Conred  figura la identificación de amenazas, para determinar las áreas susceptibles y proclives al riesgo, así como implementar procesos organizativos y formativos ante el potencial impacto de las amenazas.

David de León, vocero de la Conred, informó: “En lo que va de la temporada lluviosa se ha atendido a más de dos mil 700 personas  afectadas por inundaciones, deslizamientos y derrumbes,  y se reportan 362 viviendas con daños leves y moderados.

Agregó que hasta  ahora se registra la muerte de una persona —un joven que fue arrastrado por el río Platanitos hacia el Lago de Amatitlán— y que los departamentos donde   han ocurrido los incidentes son Alta Verapaz, Guatemala, Petén, Quiché, Quetzaltenango, Sololá, San Marcos, Suchitepéquez y Totonicapán.

Daños puntuales

Desde el pasado jueves, la  intensa lluvia incrementó el caudal del río Paxejá, en San Andrés Sajcabajá, Quiché, al punto de destruir el puente del mismo nombre, lo cual dejó incomunicadas a tres mil familias. También se vio afectada una carretera de acceso principal a esa población, algunas viviendas y cultivos.

 En la cabecera departamental, las inundaciones hicieron que en las casas  el agua llegara a los 30 y 40 centímetros.
En  Sololá, hubo desprendimientos en el Cerro Lec, en el kilómetro 113.5 de la ruta de San Andrés Semetabaj a Panajachel.

En este lugar, las autoridades decidieron cerrar el paso, para evitar más riesgo, en tanto que la Conred incrementó su monitoreo, ante el riesgo del arrastre de lodo, lo que  pondría en riesgo a los transportistas.

La mitad del país está en alto riesgo

 La Conred informó que 125 municipios, que representan el 50 por ciento del territorio nacional y que además son habitados por 5.7 millones de personas —35 por ciento de la población del país—, están en alto riesgo de sufrir desastres. La mayoría de municipios se encuentran en el norte, occidente y sur. El dato se obtuvo gracias al Índice para la Gestión de Riesgo (Inform). Esta herramienta, además de  los deslizamientos, sismos o inundaciones,   mide conflictividad y violencia, y genera una base de datos con 29 indicadores.