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El contrato por la Sputnik y los yerros del contrato que firmó el Ministerio de Salud

Al analizar a detalle el contrato, expertos en negociación y compras internacionales advierten que el Ministerio de Salud quedó en clara desventaja ante Rusia para el suministro de vacunas contra el covid.

Guatemala firmó un contrato de compra de 16 millones de dosis de Sputnik V y pagó por adelantado  el 50% sin tener garantía de la entrega. (Foto Prensa Libre: AFP)

Guatemala firmó un contrato de compra de 16 millones de dosis de Sputnik V y pagó por adelantado el 50% sin tener garantía de la entrega. (Foto Prensa Libre: AFP)

Mucha literatura sobre economía y empresas señalan que antes de firmar un contrato se debe atender ciertas recomendaciones, como no firmar nada en blanco, establecer claras reglas de cancelación y, sobre todas las cosas, leer todos los detalles antes de firmar.

Una regla más, en el caso de compra de productos, se debe contar con un cronograma de entregas a conveniencia del comprador, de manera que no comprometa su abastecimiento y tampoco tenga un exceso de producto que ponga en peligro su inventario.

Con el objetivo de entender el contrato que el Ministerio de Salud firmó con Human Vaccine LLC, para la compra de 8 millones de vacunas contra el covid-19, Prensa Libre consultó a varios expertos en negociaciones internacionales.

Todos coinciden en que el Ministerio de Salud negoció con desventaja por la sobredemanda de vacunas en medio de una pandemia global, sin embargo, ciertas garantías debieron ser innegociables para garantizar, sobre todo, el abastecimiento.

Los expertos consultados pidieron guardar el anonimato como condición para analizar el contrato de compra de vacunas Sputnik V.

Conclusiones

Guatemala comenzó tarde a negociar, en enero de este año. Muchos países comenzaron en agosto y septiembre a firmar compromisos de compra con farmacéuticas que ni siquiera habían obtenido el permiso para vender sus vacunas.

Esta tardía negociación, aunque no limita el buscar alternativas sí pudo dejar en condición desfavorable al Ministerio de Salud, ya que para entonces las farmacéuticas comenzaban a tener atrasos en abastecer la demanda.

“En una negociación se debe procurar el abastecimiento. Si las condiciones de producción son desfavorables, como en el caso de la vacuna contra el covid que la pedían muchos países, incluso, se pudo entrar a negociar con la premisa de que ‘no importa el costo, importa tenerlas’”, dice uno de los expertos.

El Ministerio de Salud, ante la demanda de vacunas y el incumplimiento de contratos de las empresas farmacéuticas, debió comprar, pero en cantidades más pequeñas, de manera que “no pusiera todos los huevos en la misma canasta” y tener más proveedores que le garantizaran el abastecimiento. Al final, firmó con Rusia la compra de 16 millones de dosis para 8 millones de vacunas, lo que significa que comprometió sus recursos financieros a una sola casa productora que ya tiene atrasos de entrega en otros países.

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Pago contra entrega

Los contratos son un instrumento que ofrece garantías para el comprador y vendedor de un producto. En él se establece la entrega de productos a conveniencia del comprador y el pago por los mismos, a conveniencia del que vende.

En el contrato con Human Vaccine queda en desventaja el Ministerio de Salud, ya que el contrato establece que se hará un pago del 50% de anticipo por las vacunas, pero no se compromete a entregarlas en un plazo determinado. No hay garantía de entrega, incluso.

“El comprador está absolutamente e irrevocablemente obligado a aceptar y pagar la cantidad comprometida durante el período al precio establecido (…) en el caso que el comprador no pida la cantidad comprometida está obligado a pagar el 100% del monto total comprometido”, dice la cláusula 2.7 del contrato firmado por la ministra Amelia Flores, que en declaraciones a una radio el viernes, dudó sobre el beneficio del contrato para Guatemala.

Entregas inciertas

No existe un cronograma de entregas de las dosis de Sputnik V, eso en términos legales vuelve a pesar sobre el Ministerio de Salud que aunque ya pagó la mitad del producto, no tiene certeza de cuándo puede venir.

En compras, sobre todo productos perecederos, las entregas se pueden aceptar por lotes según la capacidad de almacenaje del comprador. El vendedor debe garantizar su abastecimiento para cumplir con las exigencias del cliente.

En este caso, el Ministerio de Salud debió tomar en cuenta la capacidad de logística para la vacunación y según el avance de esta pedir de manera escalonada el producto para contar con dosis en todo momento.

La realidad es otra. Human Vaccine no solo no establece cuándo hará entrega del producto, sino tampoco se hace responsable de atrasos o incumplimiento del contrato y, como garantía, ofrece una fianza de US$100 mil como máximo en caso de inconvenientes.

Sin salida

Como todo contrato se deben establecer garantías para ambas partes si cualquiera incumple o no está de acuerdo con el producto. En el caso de las vacunas Sputnik V y el contrato firmado por el Ministerio de Salud, sí cuenta con una cláusula de resolución de disputas per con condiciones impuestas por el vendedor, a su beneficio.

“Este acuerdo se regirá e interpretará de acuerdo con la ley de Inglaterra y Gales, excluyendo todas las disposiciones de derecho de resolución aplicables”, señala el contrato.

Agrega: “Las partes acuerda que la Convención de las Naciones unidas sobre Contratos de Compraventa Internacional de Mercaderías no se aplica a este acuerdo”.

Con su firma, la ministra Flores también accedió de que “cualquier regla que surja de o en conexión con el contrato, incluyendo cualquier pregunta sobre su existencia, validez o terminación, será referida y finalmente resuelta por arbitraje administrado por el Centro de Arbitraje Internacional de Singapur”.

Según el contrato, el laudo arbitral será en Singapur con tres árbitros y en idioma inglés.

 

ESCRITO POR:

Alex Fernando Rojas

Periodista de Prensa Libre especializado en política y periodismo de investigación con experiencia de 15 años como reportero y editor en medios escritos, radiales y digitales. Reconocido con el Premio Nacional de Periodismo en Guatemala, en 2014 y becario del programa de periodismo judicial Cosecha Roja de Argentina y del programa de autorregulación ITP, en Suecia.